
Cada 12 de mayo se conmemora el Día Internacional de la Enfermería, una fecha establecida para rendir homenaje a quienes dedican su vida al cuidado de la salud de otros.
Esta celebración tiene su origen en 1974, cuando el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) eligió esta fecha por coincidir con el nacimiento de Florence Nightingale, considerada la fundadora de la enfermería moderna.
Nightingale, nacida en 1820 en Italia, revolucionó el concepto del cuidado hospitalario durante la Guerra de Crimea, al implementar prácticas higiénicas y de organización que redujeron significativamente las tasas de mortalidad. Su legado perdura hasta hoy como símbolo de compromiso, humanidad y profesionalismo.

Desde entonces, el rol de la enfermería ha evolucionado de manera notable. Hoy en día, los profesionales de esta disciplina son fundamentales en la promoción de la salud, la prevención de enfermedades, la atención hospitalaria, el acompañamiento domiciliario, la formación de comunidades saludables y la gestión del sistema sanitario en su conjunto.
El Día Internacional de la Enfermería no solo celebra a estos hombres y mujeres que están presentes en todos los escenarios del sistema de salud, sino que también llama a la reflexión sobre las condiciones laborales, el reconocimiento social y la importancia de fortalecer esta profesión desde las políticas públicas y la inversión en talento humano.
Enfermeras y enfermeros cumplen un papel insustituible en los hospitales, clínicas, centros comunitarios, zonas rurales, ambulancias y unidades de emergencia. Están al frente de la atención a los pacientes en los momentos más críticos, acompañan con empatía en los procesos de recuperación, apoyan a las familias y muchas veces se convierten en el vínculo humano que media entre el dolor y la esperanza.
Este año, el lema propuesto por el CIE, “Cuidando de las enfermeras fortalecemos la salud y la economía”, subraya la necesidad de brindar respaldo y garantías a quienes integran esta profesión. Diversos estudios han demostrado que un sistema de salud con una enfermería sólida mejora los indicadores de vida, reduce complicaciones hospitalarias y eleva el bienestar general de la población.

En este 12 de mayo, el reconocimiento va para cada profesional de la enfermería que, desde la madrugada en una sala de urgencias o desde un rincón remoto del país, entrega su conocimiento, su tiempo y su vocación para cuidar la vida de otros. Su labor silenciosa, muchas veces invisibilizada, es vital para el funcionamiento del sistema de salud y merece el mayor de los respetos.
La conmemoración también invita a visibilizar las múltiples dimensiones del cuidado: desde el acto técnico hasta el acompañamiento emocional, desde la prevención hasta la rehabilitación, desde lo individual hasta lo colectivo. La enfermería no solo trata cuerpos, también escucha, consuela, enseña y lidera procesos de transformación social.
Enfermería es más que una profesión: es una vocación de servicio, una ciencia basada en la empatía y una herramienta poderosa para construir sociedades más justas, saludables y humanas.
