
El desbordamiento del río Casanare afectó a 356 familias en Hato Corozal, causando pérdidas en cultivos de plátano, pastos y daños en viviendas.
Las comunidades de Suní, San Nicolás y Casanarito, entre otras, recibieron kits alimentarios enviados por el gobernador César Ortiz Zorro, en una jornada liderada por Guillermo Velandia, director de Gestión del Riesgo.

Según testigos, esta fue una de las peores inundaciones en 12 años, con niveles de agua que superaron el metro de altura en algunas viviendas. «Tuvimos que evacuar con el agua al cuello», relató Elena Madrid, líder de Casanarito. Las autoridades anunciaron intervenciones en vías y puntos críticos para mitigar futuras afectaciones.
En lo que va de la temporada invernal, más de 2.200 familias en Casanare han recibido ayudas humanitarias. La rápida respuesta fue valorada por los afectados, aunque persisten preocupaciones por la vulnerabilidad de estas zonas ante las lluvias.

