El pasado domingo, las autoridades reportaron el hallazgo de un cuerpo sin vida en avanzado estado de descomposición en la zona rural del municipio de Maní, específicamente en predios de la vereda Campanero, finca Marianela. El descubrimiento fue informado por la comunidad local, lo que llevó a la intervención de la Estación de Policía de Maní y la SIJÍIN, con el acompañamiento del Ejército Nacional.
Al llegar al lugar, se confirmó la presencia de un cadáver masculino sumergido parcialmente en un caño. Aunque se realizaron diligencias de reconocimiento y actos urgentes, aún no se ha establecido la causa exacta de la muerte. Las autoridades han dejado en manos de Medicina Legal la tarea de determinar si se trata de un homicidio, si presenta heridas o si fue una muerte accidental.
La víctima podría ser Isidro Machay Lozada, de 42 años, quien desempeñaba el cargo de capataz en una finca de la vereda Campanero. Según relatos de sus familiares, la noche del 9 de junio de este año, Isidro salió a verificar una falla en la tubería de agua y nunca regresó a su hogar.
Las investigaciones iniciales revelaron que en el mismo sector se había reportado un caso de secuestro días antes. Los familiares de la víctima habían contactado al Gaula Policia y recibida asesoría sobre el caso. Al día siguiente, la familia recibió una llamada extorsiva exigiendo una suma de $2.000.000 de pesos para la liberación de Isidro, pero luego no se tuvo más información. Las autoridades señalan que la demora en reportar la desaparición dificulta ahora establecer si el cuerpo encontrado corresponde a la persona desaparecida.