El pasado 19 de agosto de 2024, Javier Cortez Rico, un hombre de 35 años proveniente de la vereda El Porvenir, municipio de Puerto Gaitán, Meta, ingresó al hospital del municipio de Orocué, Casanare, con dos heridas en el área abdominal, presuntamente causadas por arma de fuego. El ingreso del herido al centro hospitalario no fue reportado a la Policía local, como lo exige el protocolo en estos casos.
El incidente fe informado por unidades del Ejército, que presenciaron la llegada del lesionado al municipio. Cortez Rico recibió atención médica en Orocué, pero debido a la gravedad de sus heridas, fue remitido al Hospital Regional de la Orinoquía en Yopal para recibir atención especializada.
Al llegar al hospital, los agentes de la Policía intentaron obtener más información sobre lo sucedido, pero se encontraron con que el herido ya había sido trasladado y no fue posible entrevistar a sus familiares o acompañantes.
Este caso plantea interrogantes sobre el cumplimiento de los protocolos de seguridad y la falta de información disponible para las autoridades, lo que complica las investigaciones sobre el origen y circunstancias del ataque.