En los primeros días del paro de transportadores en Colombia, los efectos comenzaron a sentirse de inmediato, replicando problemas que las grandes ciudades ya han experimentado en situaciones similares.
Miles de personas se vieron obligadas a caminar largos trayectos hacia o desde sus trabajos debido a la ausencia de transporte público, mientras que las vías de ingreso a las grandes ciudades se convirtieron en inmensos parqueaderos.
El Gobierno, a través de la Ministra de Transporte Maria Constanza Garcia, presentó una propuesta en la primera sesión de negociaciones, sugiriendo mantener el aumento actual de 1904 pesos en el precio del combustible y congelarlo hasta que se logre un acuerdo con los gremios.
Sin embargo, esta oferta estaba condicionada a que los transportadores levanten inmediatamente los bloqueos en las vías del país.
Los transportadores de carga, por su parte, se mantuvieron firmes en una única propuesta: derogar el decreto que aumenta el precio del combustible y buscar soluciones en una mesa de trabajo conjunta que permita la viabilidad económica de su actividad comercial.
Los líderes gremiales argumentaron que, aunque el precio del combustible aumentó, no se les permite incrementar el costo del flete, lo que supone un aumento del 20% en sus costos operativos, volviendo inviable su negocio.
El presidente Gustavo Petro se pronunció en redes sociales con mensajes como «el alza del diésel es justa», «el país no se dejará bloquear» y «reformar la política de fletes debe ser prioridad para Mintransporte». Estas declaraciones, lejos de calmar los ánimos, avivaron aún más las tensiones entre los transportadores, contrastando con el tono conciliador del Ministerio de Transporte.
La ciudadanía espera que gobierno y transportadores lleguen a un acuerdo pronto, pues aun está reciente en la memoria de los colombianos el famoso “Estallido social” y pasar por algo similar en este momento, sería catastrófico para una economía tan golpeada.
En horas de la noche, se informó que a partir de mañana, se unirán al paro gremios de motociclistas y conductores de aplicaciones, quienes también han visto afectada su economía por el aumento desmesurado del combustible durante el presente gobierno.