
El Concejo del municipio de Yopal tomó una determinación de autorizar y regular la realización de sesiones no presenciales, como medida de prevención ante una alarmante situación de seguridad que afectaba no solo a sus miembros, sino también a empresarios y ciudadanos del departamento.
Esta decisión emergió tras una reunión interna de los 16 concejales restantes y una solicitud expresa de dos de sus compañeros, quienes manifestaron ser objeto de hostigamientos continuos y al parecer, de haber recibido llamadas y videos intimidatorios.
El presidente del Concejo, Ángelo Castellanos, explicó que la resolución permite a los concejales deliberar y ejercer sus funciones remotamente. No obstante, Castellanos enfatizó que esta medida es específica y no implicaba que todo el concejo pasaría a sesionar de forma virtual.
La herramienta está diseñada únicamente para aquellos corporados que, habiendo presentado denuncias formales y adjuntado la documentación pertinente, como el oficio de respuesta de las autoridades, sean autorizados por la mesa directiva para hacer uso de este canal oficial. Los demás concejales, incluyendo el propio presidente, continuarían asistiendo de manera presencial al recinto.
Aunque los nombres de los concejales no fueron mencionados directamente, fuentes extraoficiales mencionaron que entre los afectados estarían dos de las denominadas mayorías, quienes ya habrían formalizado sus denuncias ante las autoridades competentes.

En este contexto de amenazas generalizadas, no se puede pasar por alto un contraste notable con el silencio que rodeó las amenazas recibidas por el concejal Ociel Ortiz hace unas semanas atrás, donde no hubo pronunciamientos ni medidas de parte de la mesa directiva del Concejo; también cabe recordar que en el momento en que se citó al secretario de Gobierno para audiencia de control político, fueron las mayorías quienes de alguna manera sabotearon esta audiencia, apabullando a los dos o tres concejales de la oposición que lo habían citado, frente al aumento de la criminalidad en el municipio.
Además, se obtuvo información extraoficial que indicaba que los videos recibidos por los concejales amenazados no habían sido compartidos públicamente debido a su contenido comprometedor, revelando situaciones incómodas para los implicados, supuestamente se les recriminaba por parte del grupo delincuencial que envía los mensajes, por el direccionamiento de contratos con la administración municipal como el PAE, sugiriendo un manejo «en cuerpo ajeno», así como irregularidades en planes de loteo en los que estarían implicados.
Estas revelaciones, lejos de disipar las tensiones, añadían una capa de complejidad al ya tenso ambiente de seguridad en Yopal. Cabe mencionar que desde la institucionalidad se invita a las victimas de diferentes hechos delictivos a denunciar ante las autoridades, la pregunta es, si todos los corporados que han sido amenazados han denunciado formalmente.
El presidente Castellanos, asumiendo su rol con empatía y solidaridad, reconoció la vulnerabilidad inherente a la figura pública, señalando que, a diferencia de lo que se podría pensar, los concejales no poseen esquemas de seguridad ni protección constante en Yopal, un municipio cuya categoría no otorga acompañamiento policial a sus concejales como sí ocurre en distritos capitales.
La decisión de sesionar virtualmente, por tanto, fue presentada como una herramienta indispensable para que los concejales amenazados pudieran seguir cumpliendo con sus tareas constitucionales sin arriesgar su integridad física ni la de sus seres queridos.