
La Cancillería de Colombia manifestó una profunda inquietud por el incremento de las tensiones en Medio Oriente, tras los recientes bombardeos de Estados Unidos contra el régimen de Irán ocurridos el sábado 21 de junio de 2025.
En un comunicado oficial, el Gobierno colombiano hizo un llamado imperativo a todas las partes involucradas para que regresaran “de manera urgente” al camino de la negociación, considerándola la “única salida responsable y duradera” frente a la crisis que se desarrollaba.

La diplomacia colombiana rechazó enfáticamente el empleo unilateral de la fuerza, especialmente en situaciones que “contravienen los principios fundamentales consagrados en la Carta de las Naciones Unidas” y que, a su vez, ponían en riesgo la paz y la estabilidad a nivel global.
Desde sus despachos, la Cancillería advirtió que cualquier debilitamiento del régimen nuclear iraní representaba una “amenaza directa” para la humanidad entera.
Con esa convicción, se exhortó a Irán a “acoger el llamado de la comunidad internacional y del Organismo Internacional de Energía Atómica”, instándolo a cumplir de manera “íntegra y verificable” sus obligaciones en materia de no proliferación nuclear. Colombia, en este contexto de crecientes turbulencias, reafirmó su compromiso inquebrantable con la diplomacia, la solución pacífica de las controversias y el fortalecimiento del multilateralismo como vías esenciales para preservar la paz y la seguridad internacionales.

Paralelamente a la declaración de la Cancillería, el presidente de la República, Gustavo Petro, se refirió públicamente a la tensa situación en Medio Oriente.
Durante una concentración en la plazoleta La Alpujarra en Medellín, el mandatario colombiano calificó la acción estadounidense como un suceso que “incendia el Medio Oriente” y demandó una “respuesta unificada a favor de la paz mundial”. Petro señaló que en Irán no existía un desarrollo de armas nucleares y que los informes hasta ese momento indicaban un uso pacífico de la energía atómica en ese país.
En ese sentido, criticó duramente el ataque militar estadounidense, considerándolo un “riesgo global” que podría acarrear consecuencias para la humanidad entera, no solo para la región afectada.
Con una voz resonante, Petro concluyó su intervención instando a exigir la paz “de manera firme y sin titubeos”, enfatizando la necesidad de que, como seres humanos, se demande la paz del mundo “de tú a tú y sin bajar la cabeza”.