
En los últimos días ha surgido una fuerte polémica en Monterrey, Casanare, que evidenciaría el grave deterioro de la seguridad en la región. La administración municipal lanzó una licitación para adquirir una camioneta blindada por 700 millones de pesos, decisión que ha generado serios cuestionamientos.

Según información oficial, este municipio cuenta con un presupuesto general anual de 56 mil millones de pesos, del cual aproximadamente 20 mil están asignados a salud y educación, y 10 mil a funcionamiento. Durante 2024, la ejecución presupuestal real fue de solo 5 mil millones, lo que generó un superávit de 21 mil millones para 2025.
Dicho superávit fue aprobado el pasado 2 de abril por 7 concejales, sin realizar ninguna modificación al proyecto presentado por el alcalde Alejandro Ballesteros. Llama la atención que no se incluyeron partidas para obras prioritarias solicitadas por la comunidad, como la optimización de un acueducto veredal quienes solicitaban una inversión de por lo menos 1.000 millones de pesos.


Mientras que la alcaldía siempre ha manifestado que no contaba con recursos, ahora justifica la compra de la camioneta blindada argumentando que es necesaria para gestiones oficiales, según declaraciones del secretario general. Esta decisión resulta más polémica al conocerse que el municipio planea contraer una cuantiosa deuda, presuntamente dirigida para la adquisición de maquinaria amarilla, pese a tener disponibilidad presupuestal.
Expertos consultados señalan que un vehículo blindado de estas características tendría un valor comercial aproximado de 350 millones de pesos, muy por debajo de los 700 millones presupuestados.
Adicionalmente, esta adquisición sería un indicador alarmante del deterioro de la seguridad en el municipio, pues según lo sustentado por la administración, un recurso que pudo ser destinado para adquirir maquinaria o inversión social, tiene que ser utilizado solo para la seguridad del Burgomaestre.




