
La decisión de archivar el proyecto de superávit presentado por la Gobernación de Casanare a la comisión de presupuesto de la Asamblea Departamental, compuesta por cinco diputados —cuatro de los cuales pertenecen a la bancada de oposición—, desencadenó un fuerte enfrentamiento verbal a través de redes sociales que ha quedado al descubierto las profundas tensiones políticas en la región.
El diputado Wilder Andrés Ávila fue el primero en reaccionar, expresando su frustración en una publicación vehemente. El corporado afirmó que los egos y la politiquería fueron los responsables de hundir por cuarta ocasión una iniciativa que, en su concepto, los casanareños necesitan con urgencia. «No podemos seguir tirándonos el departamento ni jugando con las familias que esperan soluciones. Casanare necesita más humanidad y menos intereses personales», manifestó Ávila en su cuenta personal.

La respuesta a sus declaraciones no se hizo esperar y provino de Pedro Álvarez, yerno del senador Alirio Barrera y la también diputada Marisela Duarte.
En un tono cargado de antagonismo, Álvarez respondió acusando directamente al diputado de ser un traidor. La acusación central se centra en el apoyo político y al parecer financiero que, según Álvarez, el mismo Diputado fua a solicitar la casa política Barrera, y que le brindó a Ávila Tibavija durante su campaña para la consulta interna en el municipio de Maní.
No es la primera vez que este diputado es recriminado por este motivo, pues hace algunas semanas su propio partido Colombia Renaciente, le reclamó por no tenerlos en cuenta y ser lo que denominaron en su comunicado “una rueda suelta”, lo que los llevó a presentar una demanda por pérdida de investidura.