
La entrega oficial de la nueva Plaza de Mercado en Paipa, Boyacá, culminó en un abierto enfrentamiento entre el alcalde Germán Camacho y el gobernador Carlos Amaya.
El hecho más destacado ocurrió cuando el alcalde y su equipo, identificados con chaquetas rojas, abandonaron el recinto de manera abrupta durante el discurso del gobernador. Camacho calificó posteriormente este acto como una protesta ante lo que consideró actitudes «politiqueras» y de «irrespeto institucional» por parte del gobierno departamental.
El conflicto se centró en la administración de la nueva infraestructura. El alcalde reveló que la Gobernación había enviado una nota formal solicitando la administración de la plaza, una petición que el municipio rechazó con base en su autonomía y en los resultados de un estudio de consultoría.
Camacho expresó su desacuerdo con lo que percibió como una imposición en tres aspectos clave: la insistencia en administrar la plaza, la supuesta entrega de espacios al interior de la plaza a terceros y la decisión sobre el nombre del recinto, este ultimo en especial debe surtir un proceso que pasa por el concejo municipal y finalizar con un acto administrativo.
Mientras el alcalde Camacho retiraba a su equipo del acto, el gobernador Carlos Amaya continuó su discurso defendiendo la inversión de $23.000 millones provenientes del Fondo Nacional de Regalías, presupuesto que algunos consideran exagerado para una plaza de mercado.
Amaya se presentó como un «gobernador generoso» y lamentó que, a pesar de que la obra culminó hace meses, aún se estuviera «rogando» por su apertura. El mandatario departamental reiteró su oferta de administrar la plaza sin cobrar arriendo a los comerciantes hasta finalizar su gobierno.
El Alcalde de Paipa rebatió este punto en particular, argumentando que la administración de un establecimiento de este tipo no sería económica. Calificó como irresponsable la declaración del Gobernador, ya que destinar recursos para este rubro no sería sencillo. Además, el Alcalde afirmó que se le pretende mostrar como el «malo de la situación», cuando resulta evidente que no se puede dejar de cobrar por los espacios en la plaza de mercado
Por otra parte, el alcalde Camacho explicó que su retirada respondió a un discurso que consideró «cargado de odio y cizaña» por parte del gobernador.
Cuestionó también el carácter del evento, señalando que la tarima estaba ocupada por excandidatos y precandidatos del Partido Verde, mientras funcionarios electos y en ejercicio fueron relegados, como el presidente del concejo Municipal de Paipa, que como asegura el Alcalde, “Tal vez por que es del partido Liberal no había espacio para él en la tarima”.
La millonaria obra, que lleva, por ahora, el nombre «Araceli Ochoa», queda en el centro de una disputa que evidencia la profunda fractura entre las dos administraciones, dejando en incertidumbre su próxima apertura y modelo de gestión.