
Un coletazo más del desabastecimiento de gas natural en el país, fruto de la política del gobierno de reducir la exploración de hidrocarburos, se cristaliza en forma de paro de taxistas,
En Yopal específicamente, la Asociación AOCTY, convocó a una movilización masiva en respuesta a la decisión que califican de arbitraria por parte de la empresa Ecopetrol. Esta determinación implica la suspensión del suministro de gas natural vehicular (GNV) en el departamento, e incluso podría impactar el precio del gas de uso domiciliario, lo que ha encendido las alarmas de comerciantes y ciudadanos por igual.
Los líderes del gremio de taxistas han sido enfáticos al aclarar que esta protesta no se enfoca simplemente en el aumento del costo del combustible. La realidad que indigna a los casanareños es que su departamento es uno de los mayores productores de gas natural del país, y a pesar de ello, se les niega el «gas en firme,» priorizando su traslado hacia el interior de Colombia.
Esta situación, sostienen los transportadores, tiene el potencial de desatar una emergencia económica y sanitaria, golpeando duramente a cientos de familias en Casanare y otras regiones afectadas por decisiones similares.
Ecopetrol, por su parte, emitió un comunicado argumentando que su proceder se ciñe a la reglamentación vigente de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG). Según la empresa, las normativas obligan a priorizar el gas de uso residencial a nivel nacional en escenarios de escasez. Por ello, al priorizar el ámbito residencial en todo el país, Casanare se queda sin el gas natural vehicular.
Sin embargo, los manifestantes y sus representantes no están dispuestos a aceptar esta explicación como un destino ineludible.


Señalan que, si bien Ecopetrol no está hablando mentiras sobre la norma general, la misma regulación indica que en el campo Floreña, ubicado dentro de Casanare, existe una reserva suficiente. Además, la ley permite a la CREG y al Ministerio de Minas asignar volúmenes adicionales de gas.
Resulta difícil de asimilar para la comunidad que Casanare, que produce más de 200 millones de pies cúbicos estándar día de gas —y alberga tres de las nueve plantas con la tecnología más avanzada en Colombia (turbinas expander)—, enfrente una escasez local mientras el gas es enviado a otras regiones. Este gas tratado en Casanare es gas asociado, aquel que emana del petróleo.
La industria del taxi ha lanzado una advertencia contundente ante esta respuesta. Si las autoridades mantienen una postura rígida de «no hay gas y punto,» la protesta escalará a una posición de «si no hay gas, no hay petróleo, no hay operación y no hay nada más».
El llamado se extiende a líderes políticos, incluyendo al alcalde Marco Tulio Ruiz, al gobernador, a concejales, diputados y a senadores, como Sonia Bernal, quien ya ha conversado con el gremio sobre el tema.
De hecho, la vía más saludable y sensata, según la perspectiva de los líderes, sería conseguir una modificación en las resoluciones de la CREG para establecer un trato diferencial a Casanare, dada su condición de departamento productor, sin embargo es la opción más lejana, puesto que implicaría poner de acuerdo a muchos sectores políticos del país en el Congreso de la República.
En un giro local, la situación en Yopal ha cobrado una dimensión política, pue ha trascendido a través de redes sociales que tanto Jorge Yabrudy como Alejandro Rojas, quienes encabezan las demandas del gremio de taxistas, tendrían aspiraciones políticas para las próximas elecciones regionales. Este hecho ha sido aprovechado por sus detractores para intentar descalificar la manifestación, etiquetándola como una estrategia de proselitismo político.