Varias necesidades estaban afrontando los socorristas, que debían incluso cubrir algunas de estas con sus propios recursos.
Los hombres y mujeres del organismo de socorro que ayudaban en la organización de las personas y a brindar seguridad a la hora de pasar, incluso aportando elementos como chalecos salvavidas, botiquín y otros, no estaban recibiendo ningún tipo de apoyo por parte de Invías y las administraciones departamental y municipales.
las Juntas de Defensa Civil Hato Corozal y Paz de Ariporo, habían estado acompañando y apoyando estas actividades desde el primer momento de la emergencia por el colapso de una sección del puente sobre el río Ariporo, ya en ocasiones anteriores habían expresado que requerían de apoyo para temas básicos como alimentación, hidratación y transporte.
Peticiones a las que hubo oídos sordos por parte de las entidades responsables de atender la emergencia y para lo cual es vital la presencia de organismos de control, ya que el trasbordo de personas se está realizando por el lecho del río en buggy y en balsas improvisadas.
«En los últimos dos días, argumentan los voluntarios, que les tocaba pedir por un lado y otro y hasta cubrir con sus pocas monedas cuando no era la hidratación era el almuerzo o el mismo transporte y ante ese panorama, no quedaba de otra que con toda pena dejar de apoyar en esa importante labor, a la espera que la comunidad entienda la situación», señaló Deyler Escalante, periodista de Hato Corozal y socorrista voluntario de la Defensa Civil.
A esto se suma el cierre de la entrada a los patios, por donde se podía acceder al buggy que dispuso el Invías para el cruce del río, por parte de propietarios argumentando incumplimiento en la adecuación del tramo de vía.
La no presencia del organismo de socorro complica más la situación en el lugar de la emegencia, ya que es obligatoria la participación de estos para salvaguardar la integridad de los viajeros que deben cruzar el río.