El abogado Lenin Bustos ha realizado una grave denuncia en la que asegura que funcionarios del GAULA de la Policía están amenazando a un joven infiltrado en una banda criminal para no pagarle una recompensa prometida de 30 millones de pesos. La denuncia también incluye amenazas extendidas al propio abogado, tras exponer la situación.
El joven infiltrado, cuyo nombre se mantiene en reserva por seguridad, logró infiltrar la peligrosa banda «Los Alacranes», que operaba en el sur del Casanare, el Meta y algunas zonas de Cundinamarca. Durante meses, entregó información valiosa que permitió la liberación de una joven mujer secuestrada y la captura del jefe de la banda. Todo esto se realizó con el conocimiento y la coordinación del GAULA Policía, GAULA Militar, la Fiscalía y otras autoridades.
Según el relato del abogado Bustos, el joven infiltrado esperaba recibir una recompensa de 30 millones de pesos y protección por su arriesgado trabajo. Sin embargo, funcionarios del GAULA le ofrecieron inicialmente una cantidad menor, y ante su negativa, comenzaron a amenazarlo. La situación se agravó cuando el joven recibió llamadas de miembros de la banda desde la cárcel, quienes le informaron que los mismos agentes del GAULA lo habían delatado.
«Este muchacho esperó recibir una recompensa que le permitiera vivir tranquilo, pero ahora está siendo amenazado por los mismos agentes del GAULA», declaró Bustos. «Después de negar el pago completo de la recompensa, recibió amenazas tanto de los agentes como de los delincuentes encarcelados».
Bustos también informó que ha recibido amenazas tras hacer pública la denuncia. Durante una reunión en la Defensoría del Pueblo, miembros de la banda llamaron para amenazar tanto al joven infiltrado como al propio abogado. «Desde ese día, no puedo asistir a reuniones públicas y solo puedo desplazarme con protección de escoltas», afirmó Bustos.
El abogado señaló que este no es un caso aislado. En 2012, en Bogotá, hubo situaciones similares donde personas que entregaban información sobre actividades criminales no recibían las recompensas prometidas. En Casanare, también se reportaron casos donde las recompensas «se perdieron» en el camino.
La denuncia de Bustos ha generado preocupación sobre la política de recompensas y la integridad de algunos funcionarios del GAULA. «Los ciudadanos deben colaborar con las autoridades para mejorar la seguridad, pero casos como este desmotivan y ponen en riesgo a quienes deciden ayudar», concluyó el abogado.
El caso está en proceso de ser investigado por las autoridades competentes, y se espera que se tomen las medidas necesarias para garantizar la seguridad del joven infiltrado y del abogado, así como para esclarecer las circunstancias que rodean el incumplimiento de la recompensa prometida.
Se espera un pronunciamiento oficial del Comando de Departamento de Policía Casanare, por ser el comandante directo de la unidad implicada; por su parte, el Comando de la Brigada 16 y Gaula Militar, manifestaron extraoficialmente que no tuvieron implicación en el caso, mas allá de apoyo logístico en las operaciones de captura de los delincuentes; tambien se espera que la Gobernación de Casanare se pronuncie oficialmente, por que fue quien destinó esos recursos que ya fueron pagados y de la Fiscalía que al parecer tiene pleno conocimiento de este caso.