
El pasado 12 de junio fue declarado culpable Diego Andrés Suárez Daza acusado del feminicidio de Sonia Rocío Díaz Barrera, el Juez que preside el caso dictará sentencia el proximo 10 de julio y se espera que reciba entre 500 y 600 meses de cárcel.
El 2 de septiembre de 2021, la tranquilidad en Yopal se vio profundamente alterada por un feminicidio que conmocionó a toda la ciudad. Sonia Rocío, una comerciante de 30 años que atendía un establecimiento en el terminal de transportes de la ciudad, fue encontrada sin vida en su residencia, ubicada en la calle 21 con carrera 24, en el sector del barrio Bicentenario.


El doloroso hallazgo, que reveló heridas mortales causadas por un arma blanca, fue realizado por familiares y amigos al día siguiente, preocupados por su ausencia en el negocio que cotidianamente atendía.
En medio de la tragedia, su équeña hija de apenas tres años emergió como la única testigo presencial de los hechos. Desde los primeros instantes, la familia de Sonia Rocío, encabezada por su madre, Luzmila Barrera, señaló a la expareja sentimental de la víctima, Diego Andrés Suárez Daza, de 35 años, como el principal sospechoso.
La pequeña, con la cruda honestidad de su corta edad, no cesaba de repetir que «fue su papá quien lo hizo» y, con inquietante frecuencia, narraba lo acontecido aquella fatídica noche.
A pesar de los claros indicios iniciales y las pruebas que la familia afirmaba haber entregado a las autoridades, la investigación se desarrolló con una exasperante lentitud, generando angustia y desesperanza.

Luzmila Barrera incluso relató su aprehensión al intentar obtener información de la Fiscalía, donde, según su testimonio, los funcionarios respondían con irritación y sin avances concretos. La demora en el esclarecimiento del caso, según explicaciones posteriores, se debía a la carencia de elementos materiales probatorios que poseyeran la suficiencia jurídica para sustentar una condena.
Finalmente, tras un periodo que superó los dos años de investigaciones, se logró un avance crucial.
La Seccional de Investigación Criminal (SIJIN), en una labor coordinada con la Fiscalía General de la Nación, articuló recursos tecnológicos y contó con el apoyo fundamental del Centro de Valoración Probatoria (CEVAP) de Bogotá. Esta colaboración fue determinante para llevar a cabo una perfilación criminal exhaustiva, que permitió reconstruir el patrón de violencia que la víctima había padecido y analizar los elementos indiciarios hallados en la escena del crimen. Una investigadora de la SIJIN fue pieza clave en este proceso, dedicando grandes esfuerzos para recopilar las pruebas adicionales que el caso demandaba.
El contexto de la relación entre Sonia Rocío y Diego Andrés Suárez Daza revelaba un historial complejo. Existían registros de problemas por la cuota alimentaria de la menor, lo que había motivado a Sonia a iniciar un proceso legal en la Fiscalía, donde incluso había manifestado el riesgo que sentía debido a la naturaleza agresiva del hombre.
La madre de la víctima expuso episodios de maltrato psicológico, verbal y físico, como un incidente ocurrido un mes antes del feminicidio, cuando Suárez Daza golpeó a Sonia en un brazo, dejándole moretones, evidencia que fue documentada y entregada a las autoridades.
Sonia, agotada de los ultrajes y de los robos de dinero que le perpetraba, había decidido poner fin a la relación. Sin embargo, él continuó con su acoso, vigilando sus horarios y movimientos, manteniéndola bajo un control asfixiante. Incluso en una ocasión, la encerró junto a la niña en una habitación, amenazándolas de muerte.
La perseverancia en la investigación rindió frutos el 19 de marzo de 2024, cuando se materializó la orden de captura contra Diego Andrés Suárez Daza en el municipio de Cajicá, Cundinamarca. Allí, se dedicaba a la labor de mecánica y fue detenido en una vía pública del barrio Gran Colombia.
Este arresto, resultado de un proceso minucioso que requirió superar la falta inicial de suficiencia probatoria, representa un paso trascendental en la búsqueda de justicia para Sonia Rocío Díaz Barrera y su afligida familia.