Alcalde amenazado por grupos terroristas y el pueblo sin estación de policía, esta es la radiografía de la seguridad en el municipio de Támara Casanare, donde el actual mandatario William Forero Benítez, venía hace varias semanas solicitando un consejo de seguridad con las autoridades civiles y militares del nivel departamental para enfrentar este delicado tema.
Tuvieron que venir los soldados desde Arauca a realizar un operativo en contra de alias Antonio Medina, para que se posaran los ojos de la opinión pública en esta región del norte de Casanare y se visibilizara esta problemática, especialmente en Támara, donde hace más de un mes el alcalde viene siendo objeto de amenazas por parte de grupos delincuenciales y que hasta ahora, solo cuenta con el acompañamiento de un policía y solo hasta ahora, como resultado del tan anhelado consejo de seguridad, se realizará el estudio por parte de la UNP, para evaluar el nivel de riesgo que tiene el mandatario local.
No se necesita ser un experto para saberlo, aunque también es entendible que existen protocolos para poder designar un esquema de seguridad a un posible protegido, lo reprochable es la actitud paquidérmica del estado frente a esta situación.
A todo esto, se suma el hecho de que el pueblo no cuenta con estación de policía, al menos con instalaciones propias y adecuadas, pues las escasa unidades que custodian el municipio, están alojadas en las instalaciones de un colegio, en condiciones apenas dignas para un ser humano y que obviamente no cumple con las especificaciones técnicas que debería tener una estación, para ofrecer seguridad, no solo a los policiales que la habitan, si no también, a la comunidad que la rodea.
Sumado a esto, la estructura está siendo evaluada par su demolición, debido a que presenta fallas estructurales y parte de esta se encuentra actualmente sin techo, dicha evaluación ha sido demorada, ya que el inmueble hace parte del legado histórico del municipio.
Se espera que luego de quedar en evidencia esta delicada problemática, por fin se ponga en marcha una solución definitiva, que ayudaría en gran manera a mejorar la percepción de seguridad, al menos en el área urbana de lo que en antaño fuera uno de los principales centros económicos de la región.
Cabe aclarar que este problema lleva tiempo y no es responsabilidad exclusiva de la actual administración, pero si es de su resorte darle una pronta solución, no solo por la vida del alcalde y de los policías que están en riesgo, sino por la seguridad de todos los habitantes de este municipio.