
La Fiscalía General de la Nación desarticuló una compleja red criminal dedicada a legalizar y comercializar hidrocarburo extraído ilegalmente del oleoducto Caño Limón – Coveñas.
La estructura, que operaba bajo el nombre de «Los de Cuello Negro», creó una red de empresas fachada para lavar el crudo sustraído, transformarlo en combustible y venderlo a gran escala en varias regiones del país.
Siete personas fueron judicializadas por su presunta participación en la trama.
Los investigados son: Germán Arturo Sánchez Sánchez, el señalado cabecilla y encargado de orientar la sustracción, transporte, almacenamiento, venta y distribución del hidrocarburo, así como la falsificación de documentos para dar apariencia de legalidad al producto; Ricardo Pacheco López, administrador de una planta de tratamiento de aceites y aguas residuales en Barrancabermeja, que serían utilizadas para recibir y almacenar el crudo, y realizar pruebas para determinar su calidad; Luis Beltrán González Acuña, representante de una empresa de lubricantes en Cúcuta, quien estaría implicado en el acopio y comercialización del hidrocarburo; y Óscar Luis Pastrana Martínez, ingeniero químico de una planta en Galapa, señalado de tratar el crudo y ejecutar pruebas de densidad y mezclas para optimizarlo.
También están Fabricio Patiño Cabrejo, Adriana Durán Otavo e Ingrid Galeano Rojas, que
habrían cumplido roles determinantes que permitieron la reventa del crudo y ocultar su origen
ilícito.
El daño al patrimonio del Estado fue cuantioso.