
La Gobernación de Casanare emitió el Decreto 111 del 20 de mayo, declarando la emergencia pública en respuesta a la alerta nacional por fiebre amarilla.
La medida, tomada tras la clasificación del departamento como zona de alto riesgo, busca prevenir la propagación del virus, especialmente ante la cercanía con el Meta, donde ya se registraron dos muertes por esta causa.
Hasta el momento, en Casanare no se han confirmado casos positivos, pero las autoridades mantienen la vigilancia activa. De 14 notificaciones de posibles infectados, 13 fueron descartadas mediante pruebas de laboratorio, mientras que un caso sigue bajo análisis.
La sintomatología, similar a la del dengue, requiere de exámenes clínicos precisos para evitar diagnósticos erróneos.
En coordinación con el Ministerio de Salud, se activó un plan de contingencia que incluye capacitación al personal médico, revisión de protocolos y acompañamiento técnico para fortalecer la capacidad de respuesta hospitalaria. La fiebre amarilla, transmitida por mosquitos infectados, puede causar daños hepáticos, renales e incluso la muerte en su forma más grave.
Las autoridades sanitarias reiteraron la importancia de la vacunación, disponible gratuitamente para personas desde los 9 meses de edad, excepto en casos que requieran valoración médica previa. Además, se instó a la población a reforzar medidas preventivas como el uso de repelente, ropa protectora y la eliminación de criaderos de mosquitos.