Enfrentamientos armados entre las facciones disidentes de las FARC, conocidas como la Raúl Reyes y los Comandos de Frontera, dejaron al menos 11 muertos durante el fin de semana en la región fronteriza entre Caquetá y Putumayo. Los combates se centraron en el caserío José María, donde la comunidad alertó a las autoridades militares sobre la situación.
Las Fuerzas Militares confirmaron el hallazgo de los cuerpos en los municipios de Solita (Caquetá) y Puerto Guzmán (Putumayo). Imágenes de las víctimas circuladas en redes sociales fueron verificadas como auténticas por las autoridades, quienes intensificaron las operaciones en la zona para controlar la situación.
Además de los enfrentamientos, al parecer, las disidencias han amenazado a los civiles, supuestamente solicitando dinero para recuperar los cadáveres de algunos de sus familiares, generando un clima de temor entre los habitantes de estas comunidades rurales de esta región.
En respuesta a la violencia, las Fuerzas Militares han reforzado sus operativos en la región y han intensificado la búsqueda de alias ‘Mordisco’, uno de los líderes de las disidencias involucradas. Estas acciones buscan restaurar la seguridad en la zona y proteger a la población civil de nuevos actos de violencia.
La situación en la frontera entre Caquetá y Putumayo pone en evidencia los desafíos de seguridad en esta región, donde las comunidades enfrentan amenazas constantes por parte de los grupos armados. Las autoridades han reiterado su compromiso de garantizar la seguridad de los habitantes y frenar la expansión de las disidencias.