La Contraloría General de la República ha revelado un escándalo de proporciones alarmantes en la Sociedad de Activos Especiales (SAE) y el Fondo Para la Rehabilitación, Inversión Social y Lucha contra el Crimen Organizado (FRISCO). Una auditoría financiera ha sacado a la luz 20 hallazgos fiscales por un valor que supera los $28 mil millones, además de 4 hallazgos con presunta incidencia penal y 30 con presunto alcance disciplinario.
Entre las irregularidades más llamativas se encuentra la misteriosa desaparición de 69 relojes de lujo, valorados en $1.302.873.969. Este caso es particularmente grave, ya que existe una orden judicial para la devolución de estos bienes a su propietario original.
Otro caso escandaloso involucra la venta de 15 caballos de paso fino por debajo de su valor comercial, resultando en una pérdida de $99.428.569 para el Estado. Además, 31 taxis bajo custodia de la SAE han desaparecido, representando un daño patrimonial de $1.836.024.000.
La auditoría también reveló problemas en la administración de bienes inmuebles. De los 33.109 inmuebles administrados por la SAE, el 45.4% está ocupado irregularmente. En las ciudades de Medellín, Cali y Barranquilla, se determinaron 9 hallazgos fiscales por valor de $16.151.443.650 relacionados con estas ocupaciones irregulares.
La Contraloría señaló que la SAE ha fallado en la actualización de cánones de arrendamiento, el pago de servicios públicos y cuotas de administración, y en mantener pólizas de seguro vigentes para los inmuebles arrendados.
La cereza del pastel se encontró en la sede principal de la SAE, se observó un incremento injustificado en el valor del contrato de arrendamiento, resultando en un presunto detrimento patrimonial de $2.465.346.670.
A pesar de estas graves fallas en la gestión, la SAE ha aprobado comisiones a sus funcionarios desde 2021 por un valor de $6.591.805.436, basadas en supuestos cumplimientos de metas de comercialización y arrendamientos.
Este escándalo pone en evidencia la necesidad urgente de una revisión exhaustiva de los procesos y controles en la SAE, así como de una investigación profunda para determinar responsabilidades y recuperar los activos perdidos.