La situación de inseguridad en el municipio de Maní ha generado creciente preocupación entre los ciudadanos, quienes denuncian la falta de acciones contundentes por parte de las autoridades para abordar esta problemática. Desde la Gobernación de Casanare, se ha expresado un rechazo verbal a los actos de violencia, pero los resultados tangibles han sido escasos, dejando a la población maniceña sumida en la incertidumbre y el temor.
En el marco de los recientes acontecimientos, el Secretario de Gobierno, Oscar Gómez Peñaloza, asistió a un Consejo de Seguridad Extraordinario en Maní, convocado por instrucción del Gobernador Salomón Sanabria. Sin embargo, los residentes del municipio critican la falta de medidas concretas y la ausencia de estrategias efectivas para frenar la ola de violencia que ha azotado la zona.
A pesar de la mesa de seguridad y el trabajo interinstitucional propuesto, los resultados no se han hecho sentir en la comunidad. Los maniceños se enfrentan a una sensación generalizada de desprotección, mientras la inseguridad continúa afectando su calidad de vida. El incremento del patrullaje en Maní, anunciado como parte de las medidas adoptadas, se percibe como insuficiente frente a la magnitud del problema.
Los ciudadanos también critican la falta de diligencia en la investigación del acto violento que cobró una vida el pasado 3 de Julio. Existe una profunda preocupación por la impunidad y la falta de respuestas claras por parte de las autoridades competentes.
En este contexto, las voces críticas han señalado la necesidad urgente de que las autoridades asuman su responsabilidad de manera efectiva, implementando estrategias integrales que aborden la inseguridad en Maní. Los llamados a una mayor coordinación entre la Gobernación, el Ejército, la Policía Nacional y otros organismos pertinentes se han intensificado, con la esperanza de que se generen acciones concretas y resultados tangibles en beneficio de la comunidad.
Es necesario que las autoridades reconozcan la gravedad de la situación y actúen con la premura que merece. La tranquilidad y el bienestar de los maniceños están en juego, y es responsabilidad de las autoridades demostrar su compromiso real en la protección de los derechos fundamentales de los ciudadanos.
La crítica constructiva y la exigencia de respuestas efectivas son parte fundamental del proceso de mejora. La comunidad de Maní espera que las autoridades tomen en cuenta estas demandas legítimas y se comprometan a implementar acciones concretas que restauren la seguridad y la confianza en el municipio. Solo así se podrá superar esta crisis y brindar a los ciudadanos un entorno seguro y pacífico en el que puedan desarrollarse plenamente.
La Gobernación de Casanare ha establecido una bolsa de recompensas de $20 millones como incentivo para aquellos que brinden información valiosa que contribuya a las investigaciones en curso. Esta medida tiene como propósito fomentar la participación ciudadana y el apoyo en beneficio de las investigaciones para lograr un ambiente seguro y pacífico en el municipio