La Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz) ha destacado un aumento significativo en el consumo de arroz en Colombia, según los datos recientes presentados en el boletín de la Encuesta Nacional de Arroz Mecanizado (ENAM). La encuesta, que incluye resultados de la Encuesta Nacional de Calidad de Vida del DANE de 2023, revela que el consumo per cápita de arroz en el país ha alcanzado los 46 kilogramos anuales.
Rafael Hernández Lozano, gerente general de Fedearroz, señaló que este incremento refleja no solo la importancia cultural del arroz en la dieta colombiana, sino también su papel fundamental en la seguridad alimentaria del país. Hace cinco años, el consumo anual per cápita de este cereal se situaba en 41 kilogramos, lo que subraya un crecimiento significativo en la demanda.
Bogotá, la capital del país, lidera el consumo total con aproximadamente 350 mil toneladas de arroz blanco anuales, seguida por Antioquia con 290 mil toneladas y Valle del Cauca con 230 mil toneladas. Sin embargo, el consumo per cápita es particularmente alto en departamentos como Córdoba, donde alcanza los 71 kg por persona, Sucre con 70 kg, y Cauca con 57 kg, evidenciando una demanda notablemente mayor en estas regiones.
El arroz se consume en el 98% de los hogares colombianos, consolidándose como un alimento esencial y accesible que ofrece una fuente confiable de energía y se adapta a diversas preparaciones culinarias. Su versatilidad y calidad nutricional lo han convertido en un pilar de la dieta diaria en todo el país.
Este incremento en el consumo per cápita debería, en teoría, reflejarse en mejores precios para los productores, dado que representa un aumento de aproximadamente 200 mil toneladas en la demanda anual en comparación con hace cinco años. Este consumo adicional es crucial para garantizar la soberanía alimentaria de Colombia.
Para asegurar la sostenibilidad y estabilidad del mercado arrocero, Fedearroz ha reiterado la necesidad de otorgar el incentivo al almacenamiento, una medida que contribuiría a estabilizar los precios para los productores durante la cosecha y garantizar el abastecimiento de arroz en el primer semestre de 2025, cuando la producción es menor debido a la estacionalidad.