Familiares, amigos, voluntarios y unidades del Cuerpo de Bomberos de Sabanalarga desplegaron una angustiosa búsqueda desde la tarde de ayer, tras la desaparición del joven Miguel Ángel Olarte en las aguas de la quebrada La Piñalera.
El incidente fue reportado a las 3:00 p.m., cuando, según testigos, el joven se encontraba nadando con dos amigos más y, de repente, dejó de ser visto.
Los testigos aseguraron que, en el momento de la desaparición, el caño no registraba fuertes corrientes ni crecientes súbitas, lo que ha generado varias hipótesis.
Entre las teorías, se plantea la posibilidad de que, de alguna manera, el joven se haya dejado llevar por las aguas que desembocan en el río Meta; también se considera la posibilidad de que haya desaparecido voluntariamente por alguna decisión personal, o que pudiera haber sido coaccionado por terceros para salir de la localidad sin ser visto.
Ante la alerta dada por los acompañantes de Olarte, los bomberos de Sabanalarga, a pesar de no contar con el apoyo económico de la Alcaldía local hace varias semanas, iniciaron las labores de búsqueda.
Cabe recordar que los Bomberos de esta localidad han enfrentado dificultades debido a la falta de respaldo oficial, lo que ha llevado a suspender algunas de sus actividades. Sin embargo, ante situaciones de emergencia como esta, los socorristas decidieron actuar bajo su propia responsabilidad.
La búsqueda, que se extendió hasta las 10:00 p.m., incluyó el apoyo de miembros de la comunidad, quienes ayudaron en el rastreo del área donde ocurrió la desaparición, así como un barrido por el río hasta el sector de Puente Caro.
Hasta el momento, no se han obtenido resultados positivos, por lo que se mantiene el llamado a la comunidad para continuar con las labores de búsqueda.
Las autoridades locales y los bomberos siguen coordinando esfuerzos para encontrar al joven desaparecido, mientras se esperan nuevas pistas que puedan esclarecer las circunstancias de su desaparición.