
El pasado 14 de mayo, en los medios de comunicación del nivel nacional, fue publicada una lista de altos oficiales de la Policía Nacional, los cuales habrían sido designados a misiones diplomáticas en el exterior, cosa que frecuentemente sucede cuando los oficiales van a ser llamados a calificar servicios, es decir a retirarlos de la institución.
En ella, aparece el nombre del Coronel Giovanny Barrero Unigarro, actual comandante de departamento de Policía Casanare; dicha lista pasó inadvertida para la gran mayoría, pero no para los mandos institucionales.
Al mirar detalladamente el documento, se puede apreciar una marca de agua que dice “edwin.olarte”, que hace referencia al nombre, o más bien, al usuario del sistema informático de la Policía Naconal, del actual Subcomandante del departamento de Policía Casanare Coronel Edwin Olarte.

De manera extraoficialmente se supo, que la filtración de este documento, que es de carácter reservado para la institución, lo que generó gran indisposición en los altos mandos en la Dirección General de la Policía en la ciudad de Bogotá, a tal punto, que presuntamente solicitaron el retiro inmediato del Coronel Olarte, por considerar que esta falta de decoro es supremamente grave para pasar por alto.
Se supo también, que presuntamente, Barrero le ordenó a una oficial que funge como secretaria privada, que descargara el documento, que se convirtió en la manzana de la discordia, con el usuario del J2, y que la Teniente habría entregado dicho documento a J1, quien presuntamente se habría encargado de filtrarlo a la prensa.
También se conoció de manera extraoficial, que Olarte habría interpuesto ya la denuncia ante la Fiscalía General de la Nación y que para proteger su seguridad y su buen nombre, habría solicitado la baja voluntariamente; también se supo que habría suministrado como prueba los pantallazos de los chat, y audios donde se comprobaría que la Teniente habría solicitado el usuario y la contraseña al secretario privado de J2, quien debió cumplir la orden que venía directamente de J1, es decir de Barrero Unigarro, presuntamente, el Coronel Olarte habría solicitado a la dirección de inteligencia, que enviara expertos informáticos para que determinaran de que dirección IP fue descargado el documento que se filtró a la prensa.
Este caso, de ser cierto, podría afectar seriamente a los altos oficiales y pondría en evidencia la crisis institucional en el Departamento; pero más allá del problema disciplinario de los altos oficiales implicados, dejaría preguntas muy inquietantes en el aire, como por ejemplo, ¿en manos de quien estaría la seguridad en Casanare?, ya que no están seguros, ni siquiera, el sistema informático de la misma institución.
Cabe recordar que son varias la quejas que la comunidad ha presentado en contra del Coronel Barrerro por su actuar, además ya ha sido objeto de varias denuncias y de las cuales algunas van muy avanzadas, tanto en la Inspección General de la Policía como en la Fiscalía, a las cuales se les sumaría esta nueva denuncia que al parecer fue interpuesta por el coronel Olarte, quien parece haber salido muy afectado y en peligro de terminar su carrera en la institución.
Se desconoce cual sería la intención de filtrar este oficio, ¿que beneficio podría recibir el Comandante de Departamento, quien es el que aparece mencionado en el documento?


