Un equipo de la Defensoría del Pueblo se trasladó hasta Quetame, municipio del suroriente en el departamento de Cundinamarca, para constatar que las autoridades regionales y nacionales brinden la debida atención a las familias que resultaron damnificadas a causa de la avalancha; en el sitio, los entes encargados aún consolidan las cifras sobre víctimas mortales, heridos y desaparecidos.
“En la Defensoría del Pueblo mantenemos los canales humanitarios abiertos para garantizar los derechos de todos los damnificados por el desastre natural que enluta a los colombianos. Lamentamos la tragedia ocurrida y nos solidarizamos con las familias afectadas”, señaló el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis.
La entidad participó en dos Puestos de Mando Unificado (PMU), en los que las autoridades competentes presentaron información sobre el desastre, al tiempo que tomaron medidas para salvaguardar la vida e integridad de quienes resultaron perjudicados.
En el caso de la Defensoría del Pueblo, revisa de manera acuciosa el censo de los damnificados para que ninguna persona se quede por fuera de la entrega de ayudas humanitarias, se le abra espacio en los albergues dispuestos y tenga acceso a alimentos.
El equipo de profesionales de la entidad nacional de derechos humanos mantendrá la atención durante el tiempo que sea necesario, más aún porque se conocieron nuevas alertas de los entes que prestan todo tipo de ayudas en el lugar de los hechos.
“Les pedimos a la comunidad y a todos los organismos de emergencia no bajar los brazos en estos momentos, estar muy atentos, en permanente comunicación, porque en Quetame y sus inmediaciones, en esa zona suroriental de Cundinamarca, sigue lloviendo, situación que podría ocasionar otras afectaciones. Necesitamos que estén conectados y articulados para que no haya más víctimas en una nueva posible embestida de la naturaleza”, fue el llamado del Defensor del Pueblo.