
De nuevo la exalcaldesa de Aguazul es noticia regional; el pasado 23 de octubre, en plena madrugada, la residencia de Johana Moreno, fue escenario de un asalto que ha despertado múltiples interrogantes.
Un grupo de delincuentes armados, disfrazados con uniformes de la Policía Nacional, irrumpió en la vivienda y agredió a la madre de la exmandataria durante el robo. Lo que más ha llamado la atención de la opinión pública, es el hecho de que estos delincuentes, presuntamente provenientes de otras regiones, hayan realizado un operativo tan meticuloso y dirigido exclusivamente contra esta vivienda.
El comandante del Departamento de Policía Casanare, Coronel Giovanny Barrero, confirmó la captura de uno de los delincuentes, un hombre con antecedentes penales de Bogotá. Según la Policía, los otros tres involucrados habrían llegado desde el Valle del Cauca, lo que genera serias dudas sobre qué los motivó a desplazarse hasta Aguazul para este asalto en particular.
A pesar de la captura y de que se recuperaron algunos objetos, las autoridades no han informado qué fue exactamente lo robado ni el valor de las pérdidas.
El nivel de organización detrás de este ataque sugiere que no fue un hecho al azar. ¿Qué había en la casa de la exalcaldesa que justificara una operación criminal de esta magnitud? La falta de claridad sobre los objetos robados, sumada a la participación de delincuentes de fuera de la región, plantea aún más preguntas.
¿Por qué un grupo de criminales se trasladaría cientos de kilómetros para atacar específicamente esta residencia?
Este hecho se suma a las denuncias previas contra Johana Moreno, quien ha sido señalada por habitantes del área rural de Aguazul de supuestamente amenazarlos para desalojar terrenos.
Se ha dicho que estos predios podrían estar relacionados con el fallecido esmeraldero Víctor Carranza o ser baldíos a cargo de la nación. Sin embargo, las autoridades no han emitido declaraciones oficiales sobre estas denuncias.