El pasado domingo 24 de septiembre, Javier Álvarez, candidato a la alcaldía de Tauramena en busca de su tercer mandato, organizó una reunión política en la Carrera 16 entre la calle 6ta y 5ta. Sin embargo, la convocatoria no cumplió las expectativas.
Durante el evento, se observaron numerosas sillas vacías, lo que evidencia la falta de asistencia por parte del público; incluso, se tuvieron que retirar algunas sillas debido a la escasa presencia de personas. Testigos afirman que las pocas sillas ocupadas fueron por caras nuevas, provenientes de otros municipios.

Este aparente fracaso en la convocatoria podría ser un indicio del desgaste que ha experimentado Álvarez después de dos mandatos en la alcaldía. La comunidad podría estar demandando una renovación y buscando opciones frescas y diferentes. Por otro lado, los seguidores del exalcalde argumentan que hubo un exceso de sillas y que las personas se amontonaron al frente debido al entusiasmo que genera el candidato.
Es crucial que los aspirantes comprendan la importancia de conectar con el electorado y generar confianza, algo que aparentemente a perdido el candidato. Las sillas vacías no emiten votos.
No es la única imagen negativa tanto para los habitantes de Tauramena como para otros candidatos del municipio y más para las directivas de la Cámara de Comercio de Casanare en un evento realizado por la entidad.


Se destacó la ausencia de Javier Álvarez y nuevamente su silla vacía, en el foro por el Desarrollo Regional organizado por la Cámara de Comercio de Casanare en Tauramena, este desplante deja en evidencia la preocupación del candidato ante los cuestionamientos de investigaciones administrativas en sus mandatos anteriores, tal como lo ha indicado la Contraloría Departamental.
En resumen, es esencial que los candidatos comprendan la importancia de su participación activa en eventos relevantes para el desarrollo responsable del municipio. La conexión con el electorado y la generación de confianza son elementos fundamentales en el camino hacia la elección de un cargo público y recordar que las sillas vacías, no dan votos.
