La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado la viruela del mono, también conocida como MPOX, como una emergencia de salud pública de importancia internacional. Esta decisión se tomó luego del preocupante aumento de casos en la República Democrática del Congo (RDC) y la creciente amenaza de propagación a otros países.
La emergencia internacional desencadena una respuesta coordinada para movilizar recursos, como vacunas y pruebas diagnósticas, con el objetivo de frenar la expansión de esta enfermedad infecciosa. Aunque la OMS no ha declarado el mpox como una pandemia, las medidas adoptadas buscan precisamente evitar que la situación se agrave a nivel global.
El brote de viruela del mono en la RDC ha sido particularmente severo, con más de 15,600 casos y 537 muertes registradas hasta mediados de 2024. La mayoría de los afectados son niños, lo que indica que la transmisión en este país no es predominantemente sexual, sino que ocurre a través del contacto cercano o aerosoles respiratorios.
Sin embargo, un brote en Kivu del Sur, una zona no endémica de la RDC, sugiere que también se ha producido transmisión sexual.
La propagación del virus ha traspasado fronteras, alcanzando países vecinos como Ruanda y Burundi, y expandiéndose a otras partes de África oriental, incluyendo Kenia y Uganda, donde no se habían registrado casos anteriormente.
La viruela del mono es endémica en algunas regiones de África central y occidental, donde el virus existe en animales y puede transmitirse a humanos.
La disminución de la inmunidad global contra la viruela, debido a la cesación de la vacunación masiva hace más de 40 años, ha contribuido al aumento de los brotes de mpox. Además, la coexistencia de la viruela del mono con la varicela en algunos pacientes complica el diagnóstico y el tratamiento, ya que ambas enfermedades provocan erupciones cutáneas similares.
Ante esta situación, la OMS coordinará una respuesta global centrada en la equidad en la prevención, el acceso a diagnósticos y la distribución de vacunas. Los países deberán cumplir con el Reglamento Sanitario Internacional y aplicar los protocolos adecuados para gestionar esta emergencia sanitaria.
La declaración de la OMS subraya la necesidad de una acción rápida y efectiva para contener el brote y proteger a las comunidades afectadas, evitando una mayor propagación del virus a nivel global.