
Un técnico adscrito al nuevo consorcio que tiene el contrato de operación de la Empresa de Energía de Casanare (ENERCA) identificado como Fyder Erlinton Ruano, resultó con graves quemaduras en rostro y manos tras la explosión de una celda del sistema de control en la subestación principal ubicada en la Marginal del Llano de Yopal.
El incidente ocurrió el pasado domingo mientras se realizaban maniobras para restablecer el servicio tras un apagón regional, originada por una falla en el transformador principal de 50 Megawatios.
Según testigos, el accidente se produjo por un arco eléctrico en los barrajes de la celda de reconexión. El trabajador, quien portaba traje dieléctrico reglamentario, fue trasladado de inmediato al Hospital Regional de la Orinoquía, donde permanece bajo observación.
La gerente de ENERCA, Nubia Estella Castro, destacó que el equipo de protección evitó lesiones más graves, aunque la intensa llamarada derritió los guantes del técnico y afectó su rostro.
También manifestó que aun no se ha establecido la causa de la falla del transformador principal ni lo que produjo la explosión del barraje al interior del área de control de la Subestación eléctrica.
El caso coincide con denuncias realizadas a través de redes sociales sobre la nueva empresa contratista de ENERCA, un consorcio que según los trabajadores, no ofrece garantías sobre los protocolos de seguridad y mantenimiento de la infraestructura eléctrica, pues al parecer no cuentan con personal y herramientas suficientes y adecuadas para ofrecer los servicios.
Algunos operarios han denunciado que desde hace varios años los tienen con contratos de 3 meses, lo que implica que cuando alguna persona se lesiona o se accidente y se termina el contrato, no lo vuelven a renovar y el obrero queda absolutamente abandonado.
Esta maniobra, según ellos, se ha empeorado con el nuevo consorcio, que parece no tener cabeza visible y que incluso, los obreros han tenido que llevar su propia herramienta para poder realizar los mantenimiento, además han afirmado que presuntamente no cuentan con elementos básicos de seguridad para operar redes eléctricas y que las herramientas que están utilizando no cuentan con certificación.
Autoridades como la CREG y las aseguradoras de riesgos profesionales, deberán iniciar investigaciones para determinar si hubo fallas técnicas, humanas o negligencia.