
Un grupo de dieciocho extrabajadores de Ecosoluciones, empresa contratista que prestaba servicios al Oleoducto Bicentenario, operado por Cenit, alzaron su voz para denunciar el incumplimiento en el pago de sus liquidaciones, indemnizaciones y salarios.
La situación ha dejado a estas familias en una encrucijada financiera desde el pasado 5 de abril, fecha en que sus contratos finalizaron.
Hildebrando Salamanca, uno de los voceros de los afectados, compartió la angustiosa realidad que viven. Manifestó que, a la fecha, se adeudan cerca de 900 millones de pesos, una suma considerable que no solo impacta a los dieciocho trabajadores, sino también a proveedores de Pipo y del departamento de Arauca.
Salamanca explicó que, aunque hubo tres reuniones donde se pactaron actas de compromiso de pago, ninguno de estos acuerdos se materializó.
Diana Vargas, otra de las afectadas, expresó la profunda preocupación que los embarga. «La afectación es bastante,» dijo, «quedamos desempleados de un momento para otro porque la carta nos llegó el mismo día». Con la terminación de contrato sin justa causa, los empleados contaban con la liquidación y la indemnización para cubrir deudas bancarias y gastos familiares. Sin embargo, cinco o seis meses de mora han exacerbado su situación, llevando a préstamos impagos y una creciente zozobra.


Ricardo Pastrana, quien esperaba usar su liquidación para un emprendimiento, lamentó no haber recibido «ni un centavo de eso».
La mayoría de estos trabajadores llevaba casi siete años laborando en el proyecto y sus contratos eran a término indefinido. La empresa les notificó intempestivamente la terminación del contrato por sin justa causa, lo que les daba derecho a una indemnización.
Aunque se envió una preliquidación que, en principio, se ajustaba a la ley, el dinero jamás llegó. La angustia se ha apoderado de sus vidas, dejando un rastro de problemas familiares y estrés, como señaló Paler Fuentes, quien describe el esfuerzo diario por «sobrellevar» la situación y «bregar a solucionar las cosas».