
El precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay falleció en la madrugada del 11 de agosto en la Fundación Santa Fe de Bogotá, tras más de dos meses de lucha por su vida.
El político del Centro Democrático fue víctima de un atentado el 7 de junio en el barrio Modelia al occidente de la capital, mientras realizaba un acto de campaña.
Uribe Turbay, de 39 años, recibió un disparo que lo dejó en condición crítica desde el primer momento. Fue sometido a múltiples intervenciones quirúrgicas, incluyendo procedimientos neuroquirúrgicos, pero las complicaciones derivadas de un edema cerebral agudo terminaron siendo insuperables.

María Claudia Tarazona, su esposa, compartió un emotivo mensaje en redes sociales: «Siempre serás el amor de mi vida. Espérame, que cuando cumpla mi promesa con nuestros hijos, iré a buscarte».
El Gobierno ofreció una recompensa de $3.000 millones por información que llevara a los responsables, mientras la Fiscalía y la Policía avanzan en la investigación. Hasta ahora, tres personas están detenidas: un menor de 15 años, señalado como autor material, y dos presuntos colaboradores. Las disidencias de las Farc negaron cualquier participación.
Las autoridades ya tienen a tres detenidos, incluido un adolescente de 15 años. Sin embargo, las preguntas sobre quién ordenó el ataque siguen sin respuesta. El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, fue contundente: *»Esto es un retroceso a los peores tiempos de violencia contra la democracia»*.
Mientras su familia llora la pérdida, el país se pregunta: ¿Quién quiso silenciar a Uribe Turbay? La recompensa de $3.000 millones sigue vigente para quien entregue pistas decisivas.