Periodista, cronista, caricaturista, pero, sobre todo, poeta, así coinciden los colegas y amigos en describir a esta figura del periodismo Casanareño por adopción que falleció el pasado 20 de agosto en la clínica Casanare de la ciudad de Yopal, donde se encontraba internado hacía ya varias semanas.
Fundador de varios medios de comunicación como el periódico Llano Grande, jefe de prensa de la Gobernación de Casanare en el periodo de Raúl Flores, dirigió y editó el periódico MI LLANO, cubrió el primer proceso de paz en compañía de Miguel Arango Devia, en la primera comisión de Paz entre el estado y la Guerrilla de las Farc, integrada por el entonces senador Belisario Betancur.
Reconocido por su agudeza, viajó por Centro América y el Perú; era consultado por un gran número de personalidades de diferentes ámbitos, por su extenso conocimiento en la historia reciente de esta parte del país, pues se convierte en un referente obligado del periodismo Llanero.
Su faceta como caricaturista, al igual que la de poeta, le valieron también el reconocimiento público, complementada también por su habilidad con las artesanías, llegando a ser conocido por su rara habilidad de armar barcos a pequeña escala al interior de botellas. Este medio se une al merecido reconocimiento de este patriarca del periodismo Casanareño y acompaña en su dolor a la familia y amigos; paz en su tumba