El famoso contrato «de los caramelos» suscrito entre la Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Yopal (EAAAY) y la empresa INGENICOTEC ha sido objeto de un nuevo fallo judicial, que reitera la aplicabilidad de las medidas cautelares que detuvieron su ejecución.
La decisión fue emitida por el Juzgado 3o Administrativo de Yopal, que ordenó a la EAAAY presentar una demanda de controversias contractuales en un plazo máximo de cuatro meses. El juez consideró que el contrato conculcaba derechos colectivos como la moralidad administrativa, el patrimonio público, el ambiente sano y el acceso a servicios públicos.
Entre las conclusiones del juez, se destacó que el contrato implicaba riesgos ambientales debido a la aplicación de una tecnología para el procesamiento de aguas residuales que no resultaba beneficiosa según un concepto de Corporinoquia. Además, se cuestionó la idoneidad del contratista y la falta de experiencia suficiente para la ejecución del contrato.
El fallo también ordenó remitir el expediente a la Procuraduría General de la Nación y la Fiscalía General de la Nación para investigar posibles faltas y delitos relacionados con el proceso de contratación, incluyendo omisiones, falta de planeación, sobre costos y posibles acuerdos para vulnerar el patrimonio público.
La suspensión del contrato «de los caramelos» se mantiene vigente hasta que se profiera sentencia en el proceso de controversias contractuales o se dé por terminado de común acuerdo por las partes. Este nuevo fallo refuerza la importancia de garantizar la legalidad y transparencia en los procesos de contratación pública.