La familia de un adulto mayor, propietario de una grúa incinerada en la vía El Morro – Labranzagrande, ha expresado su indignación ante lo que consideran una respuesta inadecuada de las autoridades.
El vehículo, adquirido con los ahorros de toda una vida y única fuente de ingresos del dueño, fue destruido tras un secuestro y extorsión fallida por parte de individuos que se identificaron como miembros del ELN y exigieron inicialmente seis millones de pesos, cantidad que luego redujeron a dos millones.

La comunicación deficiente en el área, al parecer, llevó a los delincuentes a quemar el vehículo, posiblemente al anticipar la llegada de la fuerza pública. La familia criticó la actitud de las autoridades, quienes argumentaron que el incidente, al ocurrir en Boyacá y no en Casanare, escapaba de su jurisdicción.
Esta justificación fue rechazada por la familia, pues pese a que el hecho ocurrió en jurisdicción de Boyacá, subrayó su identidad casanareña y el servicio que el vehículo prestaba sus servicios en esta región, es decir que la afectación con el acto terrorista fue a la región.
Además, la familia ha solicitado apoyo a la gobernación de Casanare para recuperar los restos del vehículo y comenzar el proceso de chatarrización, un paso necesario para que el estado reconozca parte de la pérdida como resultado de un acto terrorista.
El coronel Giovanny Barrero Comandante del Departamento de Policía, en su pronunciamiento dio a entender que existen áreas vedadas para la fuerza pública en la región y que el tránsito por la vía entre Yopal y Labranzagrande requiere de operativos especiales. Una de las hijas del adulto mayor, que fue víctima del acto terrorista, envió un mensaje a las autoridades instándolas a que no traten de minimizar o esconder este tipo de actos terroristas que afectan seriamente a los habitantes de la región; y que tratar de encubrirlos no evita que la comunidad se sienta indefensa ante el accionar de estos grupos delincuenciales que campean a sus anchas por el departamento