En la carrera 9 con calle 41 del barrio El Laguito de Yopal, un individuo que intentó atracar a un menor de edad fue capturado y sometido a un linchamiento por parte de la comunidad, mientras que su cómplice logró escapar en una motocicleta roja. Durante el incidente, el agresor fue despojado de su ropa y exhibido públicamente, antes de ser conducido al CAI Los Progresos de Yopal.
Los habitantes de la comuna VI y los barrios circundantes han denunciado un preocupante aumento en la comercialización y consumo de sustancias estupefacientes, especialmente en los alrededores de las instituciones educativas. A pesar de las medidas tomadas por las autoridades y las capturas realizadas por la SIJIN, la problemática ha experimentado un incremento considerable. Esta situación ha generado amenazas hacia los líderes comunales y la comunidad en general, llegando incluso a presenciar agresiones con piedras contra las viviendas de aquellos que se han atrevido a presentar denuncias pertinentes. Tal es el nivel de peligro que dos líderes comunales se han visto obligados a abandonar la ciudad, siendo desplazados por los efectos perniciosos de la delincuencia en la zona.
En cuanto a la comercialización de estupefacientes en estos barrios, los delincuentes han demostrado habilidad para burlar a las autoridades. Eligen esconder las sustancias alucinógenas dentro de las viviendas, desde donde las comercializan a domicilio o en sectores de espacio público, especialmente cerca de áreas como el caño o las esquinas, donde se congregan más de 20 individuos para consumir. Muchas de estas personas ya cuentan con múltiples registros en el Sistema Penal Oral Acusatorio (SPOA), donde se reúnen para consumir y planificar actividades delictivas. Sin embargo, cuando las autoridades llegan al lugar, los encuentran únicamente fumando cigarrillos. Además, se valen de menores de edad para llevar a cabo la comercialización de drogas en los barrios y las instituciones educativas.
La preocupación de la ciudadanía es evidente ante la magnitud del consumo de estupefacientes, al punto de que existen sectores en Los Progresos donde el acceso está restringido sin la autorización de las bandas de microtráfico.