Como suele suceder en el mundo de la política, una vez más, las sombras de la manipulación empañaron lo que se esperaba fuera un proceso electoral limpio, transparente y genuino.
En esta ocasión, el candidato del partido Verde, Alfonso Salcedo, demostró una notable habilidad para desviar el curso de las elecciones hacia prácticas políticas obsoletas y poco éticas, a cambio de unas monedas “vendió” su electorado.
La sorpresa llegó cuando los líderes de la campaña del partido Alianza Verde, en un movimiento público, decidieron unirse a la campaña del médico Gilberth Rivera, candidato del Partido Liberal, esta alianza resultó en una clara traición al médico, quien se encontró en medio de acuerdos espurios que, sin lugar a dudas, contribuyeron a su derrota en las urnas.
Por otro lado, el candidato del Centro Democrático, en un intento por asegurar su futuro político, cometió un error táctico al someterse a la vieja y ostentosa maquinaria política de Tauramena, esta acción, lejos de consolidar su posición, terminó socavando su credibilidad y apoyo entre los votantes. De esta manera, con prácticas políticas cuestionables y una serie de malas costumbres arraigadas en el sistema, se cierra un capítulo más de engaño y manipulación en uno de los municipios más prometedores del Casanare, como lo es Tauramena.