
Un estudio contratado por la administración anterior realizó una actualización completa del catastro en el municipio. Este proceso implicó una nueva valoración de cada uno de los predios registrados, así como la inclusión de nuevos lotes que aún no estaban registrados. Esta actualización trajo consigo aspectos positivos y negativos para el municipio.
En el lado positivo, esto permite a la administración municipal proyectar un mayor recaudo por concepto de impuesto predial, que es uno de los pilares financieros de cualquier municipio.
En el caso de Yopal, muchos predios que antes aparecían como lotes y que hoy cuentan con inmuebles construidos, desde viviendas unifamiliares hasta bloques de apartamentos y locales comerciales, comenzaron a aportar de acuerdo con su valor real, incrementando significativamente la contribución de estos propietarios al fisco municipal.
Por otro lado, las urbanizaciones y sectores que pueden considerarse nuevos comienzan este año a contribuir con el impuesto predial. Sin embargo, los propietarios de los predios revaluados han expresado su desacuerdo con los abruptos incrementos en su impuesto, que oscilan entre el 200% y el 500%. Argumentan que no es su culpa que las administraciones anteriores hayan sido tan negligentes al no actualizar el catastro, y consideran válido su reclamo según algunos juristas expertos en el tema tributario. Además, los recién incorporados al pago del impuesto predial se quejan de los cobros que consideran excesivos.
En la Ciudadela La Bendición, esta situación ha generado un capítulo especial. Muchos propietarios y tenedores de inmuebles han recibido facturas del predial con valores que algunos consideran absurdos, aunque estos corresponden al estudio realizado en años anteriores para actualizar la base de datos del catastro.
El alcalde Marco Tulio Ruiz, ya sea por desconocimiento o por populismo, afirmó que en La Bendición no se podría cobrar el impuesto predial, ya que aún no contaban con la escrituración del lote.
Esta postura podría interpretarse de dos maneras: en primer lugar, intentar por decreto evitar que los habitantes de La Bendición paguen el impuesto, lo cual sería ilegal según los expertos consultados y representaría una extralimitación de funciones y un detrimento al patrimonio del Estado; por otro lado, podría plantearse que las finanzas del municipio asuman el costo de este impuesto, lo que podría ser aprobado, pero también sería un detrimento patrimonial y afectaría gravemente el presupuesto del municipio. Además, esto implicaría que todos los yopaleños tendrían que cubrir el costo del impuesto para La Bendición, un asunto que no sería bien recibido, especialmente en un año electoral.
Es en este contexto donde muchas personas han expresado su rechazo, y algunos líderes han decidido pronunciarse: unos con la genuina intención de ayudar a los afectados, y otros buscando aprovechar la situación en miras a las próximas elecciones parlamentarias.