La mujer reconoce su error pero señala que fue una medida desesperada para evitar que se saliera de la casa y siguiera en «malos pasos».
Durante este martes se conoció la noticia por parte de la Policía Nacional y el ICBF sobre el hallazgo de tres menores de edad abandonados en una vivienda del corregimiento Morichal y como el mayor de ellos, de 11 años de edad, permanecía encadenado de un pie a la cama. Hecho que generó rechazo en la comunidad yopaleña.
Los tres niños quedaron bajo la protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, la mamá de los menores se pronunció ante lo sucedido, lamentando que se haya presentado esta situación, reconoció que no debió hacerlo, pero lamenta que las instituciones que hoy actuaron contra ella, son las mismas a las que acudió en busca de ayuda, sin que se la brindaran.
Su hijo mayor venía presentando problemas de comportamiento, andaba en malas compañías y en acciones indebidas, en repetidas ocasiones se le desaparecía, en una de estas duró tres días sin llegar a la vivienda, ocasión que acudió a la policía en busca de ayuda u orientación, pero no la obtuvo.
Indicó la mujer que no se encontraban abandonados, infortunadamente debía dejarlos solos por momentos para ir a trabajar, ya que es madre cabeza de hogar, ella se acercaba hasta la vivienda en promedio cada dos horas a verificar que estuvieran bien, una señora adulta vecina se encargaba de estar pendiente de ellos; en el momento en que llegó la policía y se los llevó, la señora había salido a misa.
Según lo narrado, aunque viven en difíciles condiciones por la falta de recursos económicos, a los menores de edad no les faltaban los alimentos y les brindaba lo que estuviera a su alcance económico, los dos mayores estaban ya matriculados para iniciar a estudiar.
Ante la complicada situación que vivía con su hijo mayor, acudió al ICBF en busca de ayuda o apoyo, ya que según sus palabras «se le estaba perdiendo en malos caminos», pero no se la brindaron. Denuncia además que recibió malos tratos de una funcionaria del Instituto cuando se presentó en las oficinas ante lo sucedido y aunque ahí estaban sus hijos y la llamaban no la dejaron acercarse a ellos.
En la mañana de este martes, escuchó a su hijo hablar con alguien para salir cuando ella se fuera a trabajar, ante esto tomó la mala decisión de amarrarlo a la cama con una cadena. La mujer lamenta lo sucedido, señala estar viviendo un amargo momento, pues nunca se había separado de sus hijos.
Sus palabras fueron respaldadas por su empleador, quien indicó que es una buena mujer y conoce de su esfuerzo por llevarle lo necesario a sus hijos y por no dejar que su hijo mayor siguiera en «malas andanzas».
Denuncia la mamá de los menores que en una ocasión su hijo le contó que estaba siendo obligado a robar por un sujeto, reconocido en el centro poblado por ser presuntamente consumidor y distribuidor de alucinógenos, situación que puso en conocimiento de la policía, sin que se tomara ninguna acción.