El pasado 7 de septiembre, la administración municipal de Yopal emitió un decreto que modificó las tarifas del servicio de taxi en la ciudad, provocando reacciones mixtas tanto entre los usuarios como entre los conductores.
El ajuste incluyó un aumento de 1.000 pesos en la tarifa mínima, lo que ha generado críticas por parte de los pasajeros, quienes consideran el incremento desproporcionado. En contraste, algunas tarifas para sectores en las afueras de la ciudad fueron reducidas hasta en 1.500 pesos.
Conductores de taxi que se contactaron con CasanareOnline.co manifestaron su sorpresa ante la decisión, ya que las tarifas aún se encontraban en proceso de negociación con la Alcaldía. Según los taxistas, esta situación les obliga a enfrentar el descontento de los usuarios mientras lidian con el aumento de las cuotas que deben pagar por los turnos, un aumento que, según ellos, solo beneficiará a los propietarios de los vehículos.
Actualmente, los conductores deben pagar 80.000 pesos por medio turno, lo que equivale a 160.000 pesos por 24 horas. En algunos casos, el llamado «turno extendido» implica entregar 140.000 pesos diarios al propietario del taxi.
Con el ajuste tarifario, se prevé un aumento de 10.000 pesos en estas cuotas, afectando directamente a los conductores, mientras que los dueños de las flotas de taxis serían los principales beneficiados.
Ante esta situación, se informó que los conductores planean crear una comisión para dialogar con la administración municipal. Su preocupación radica en la posible disminución de usuarios y el crecimiento de la informalidad en el servicio; pues ante la inconformidad por parte de la comunidad, a través de redes sociales, algunas personas han solicitado la implementación del mototaxismo y plataformas digitales que le permitirían a particulares prestar el servicio, lo que sería un golpe fatal para los conductores de taxi.
Los conductores de taxis en Yopal expresaron su preocupación por el riesgo de perder sus empleos si deciden manifestar su descontento públicamente ante el reciente aumento de tarifas. Según los conductores, esto pone en evidencia una situación de “esclavitud” laboral, en la que un reducido grupo de propietarios controla la mayoría de los cupos de taxis en la ciudad.
Este monopolio ha frenado la creación de nuevos cupos, ya que permitirlo disminuiría los elevados ingresos que estos empresarios obtienen a expensas del arduo trabajo de los conductores, quienes deben laborar largas jornadas para cumplir con las exigencias económicas de los propietarios.