
En la noche del 27 de octubre, Erminia Ester Mejía Roa, de 65 años, fue asesinada en la Vereda Palomas, Caserío Las Flores, en la vía Matepantano, municipio de Yopal. La víctima presentaba una herida de arma de fuego en el cráneo, la cual, según el análisis inicial, habría sido realizada a corta distancia.
El hecho ocurrió cuando Mejía Roa y su compañero sentimental, José Gilberto Sánchez Beltrán, intentaban reparar una falla eléctrica que dejó sin luz la finca luego de la caída de un rayo en horas de la mañana.
Según el relato de Sánchez Beltrán, mientras realizaban los arreglos, escucharon ladridos de los perros de la finca, seguidos de dos detonaciones de arma de fuego. Al salir para verificar lo sucedido, Sánchez alumbra el área y ve a un hombre huyendo hacia un campamento cercano.
La comunidad de la zona informó a las autoridades haber visto un hombre delgado en una motocicleta blanca con barras y calcomanías color rosado, y las autoridades realizaron labores de vecindario para intentar recopilar más pruebas.
La investigación preliminar de la policía reveló detalles que generan inquietud: Sánchez Beltrán llevaba tres meses de relación con la víctima; se estableció también que los hijos de Mejía Roa se oponían a la convivencia con su nueva pareja; Además, la presencia de un tatuaje en la herida apuntaría a que el disparo fue realizado a muy corta distancia, descartando inicialmente la hipótesis de un asalto.
Este crimen se suma a la lista de homicidios de mujeres en Yopal, en un contexto de creciente inseguridad en la región. Las autoridades continúan investigando para esclarecer las circunstancias del asesinato.