
En la noche del 9 de julio de 2025, se registró un hecho de violencia que terminó con la vida de Marinela Ortiz Neita, conductora del taxi de placas UVK-625 de la empresa Alcaraván.
El reporte inicial llegó a la línea de emergencia 123 cuando varios transeúntes alertaron sobre un taxi detenido a un costado de la vía con las luces encendidas y una mujer al parecer sin signos vitales en su interior.


Al lugar arribaron unidades de la SIJIN y SIPOL, quienes confirmaron que la víctima presentaba un impacto de arma de fuego en la cabeza. Los funcionarios de la SIJIN DECAS realizaron la inspección técnica al cadáver mientras se iniciaban las primeras diligencias para esclarecer los móviles del crimen.
Una línea de investigación apunta a posibles amenazas recientes contra el gremio taxista por parte del autodenominado grupo armado ilegal Renacer ERPAC.

Este dato resulta particularmente preocupante, pues aunque las autoridades departamentales han insistido en que esta organización no existe, los hechos parecen demostrar lo contrario.
Se desconoce si la víctima había recibido algún tipo de amenaza previa o si se trató de un asalto común, ya que se supo que solo llevaba un poco más de haber iniciado en este trabajo.
Marinela mantenía un vínculo familiar cercano con el reconocido interprete de musica llanera Yesid Ortiz. El artista, profundamente afectado por este nuevo hecho violento, optó por guardar silencio público en medio del dolor. Esta decisión se comprende mejor al conocer que sus padres fueron víctimas de homicidio en un presunto asalto en noviembre del año 2017 en su propiedad rural ubicada en el municipio de Orocué, caso que aun continúa en la absoluta impunidad.
El gobernador César Ortiz Zorro reaccionó con inmediatez al conocer el crimen, anunciando una recompensa de 50 millones de pesos por información que permita capturar a los responsables.
