Niños sin poder tomar el almuerzo y abandonados en los colegios, padres atrapados en sus vehículos, establecimientos de comercio sin clientes, empleados sin poder tomar su descanso del mediodía, riñas entre conductores, vehículos golpeados, fueron algunas de las consecuencias del monumental trancón sin precedentes que se registró, debido a la pésima planeación del recorrido de una prueba ciclística de nivel nacional, realizada en Yopal.

Improvisación, negligencia, falta de sentido común, todo se sumó para que el trazado de la ruta de la prueba ciclística convirtiera a Yopal en un enorme parqueadero, justo en plena hora pico.
Una de las preocupaciones más evidentes fue que, en caso de que se registrara una emergencia grave, muy seguramente a las ambulancias les sería muy difícil o imposible llegar a atenderla.

Hasta el momento, se ha podido establecer que la autoridad a cargo de los cierres viales de este evento era la Secretaría de Gobierno Municipal; pero también es cierto que fueron funcionarios de la Gobernación y el INDERCAS los que coordinaron con la Federación Colombiana de Ciclismo esta actividad.
Hasta la fecha no se ha tenido un pronunciamiento oficial de parte de las autoridades, tanto civiles como policiales del orden municipal y departamental, para señalar a los responsables de esta hecatombe y evitar de nuevo poner en riesgo a toda una ciudad por complacer a los organizadores de un evento, que, dicho sea de paso, es privado y no tiene por qué afectar de esta manera a la comunidad.
Una oleada de críticas negativas se registró en las redes sociales, desde ciudadanos hasta figuras políticas que se preguntaban «¿de qué cerebro fue la brillante idea de cerrar en hora pico?».

En la planeación no se tuvo en cuenta el riesgo de un atentado terrorista, frente a los recientes operativos realizados en contra de estructuras de grupos al margen de la ley en el departamento, o ante algún evento geológico como también se han presentado recientemente; vale la pena preguntar si las personas que planearon esto no consideraron estos riesgos y permitieron que se bloqueara el acceso a centros asistenciales tan importantes como el HORO y la Clínica Casanare.
Esperamos que esto sea objeto de una larga reflexión por parte de los funcionarios del INDERCAS y la Alcaldía Municipal de Yopal. Pues poner en riesgo la vida de cientos de miles de personas, por caprichos o celos políticos, es absolutamente absurdo.