El presidente ejecutivo de Fedegán y miembro del equipo negociador del gobierno con el ELN, José Félix Lafaurie Rivera, hizo referencia a las declaraciones de Pablo Beltrán, líder del ELN, después del anuncio y la firma del cese al fuego. Beltrán afirmó que continuarán realizando extorsiones, secuestros y actividades delictivas.
Lafaurie señaló que la firma de acuerdos de esta importancia requiere cuidado y responsabilidad. Los acuerdos implican reglas y estas reglas deben ser cumplidas. Aquellos que incumplan las reglas están violando el acuerdo y poniendo en peligro la negociación. El tiempo dirá si el ELN cumplirá o no.
Durante el cese al fuego, se asegurará un estricto cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario (DIH), lo que implica suspender actividades ofensivas contra la población civil. Lafaurie destacó que no se puede hablar de participación de la sociedad si los civiles están sometidos por aquellos que tienen armas.
El proceso actual busca crear condiciones para que la población pueda vivir y ejercer sus derechos en libertad, dentro del marco del cumplimiento del DIH. Se busca una participación activa de la sociedad sin amenazas ni hostigamientos, a fin de encontrar soluciones transformadoras que aborden los problemas del país sin recurrir a la violencia.
Lafaurie mencionó que nunca antes se había logrado un acuerdo sobre la participación en las múltiples negociaciones con el ELN. En esta oportunidad, se establecieron reglas claras sobre cómo se silenciarán las armas y cómo se desarrollará la participación de la sociedad sin socavar la democracia y sus instituciones.
En cuanto a los mecanismos de verificación del cese al fuego, se incluyen mecanismos creíbles de monitoreo y verificación con la participación de la ONU, la Iglesia y los países garantes. Además, se destaca la importancia de la «veeduría social» ejercida por las comunidades locales, quienes podrán informar de posibles incumplimientos.
Lafaurie resalta la importancia de la seguridad para aquellos que denuncien incumplimientos por parte del ELN, ya que, sin un entorno seguro, la veeduría de las comunidades sería un riesgo.
En cuanto a la veeduría social o veeduría de las comunidades al cese al fuego, Lafaurie considera que será un gran reto, pero de lograrse, será un resultado sin precedentes y una señal positiva para avanzar hacia la construcción de un «Gran Acuerdo Nacional» sobre temas fundamentales para lograr el desarrollo equitativo y la paz en Colombia.