Los integrantes de la comunidad indígena Jivi, oriunda de Venezuela, siguen siendo una preocupación para la administración municipal.
Desde la Secretaría de Gobierno de Yopal en cabeza de Rodolfo Chaparro, se viene articulando acciones con demás entidades y organizaciones competentes para lograr trasladar los cerca de 35 integrantes de esta comunidad, que generan diferentes situaciones de desorden, contaminación y alteración a la sana convivencia.
Los aborígenes han expresado la intención de regresar a territorio araucano, señalan que no lo hacen a su país de origen por la difícil situación que aún se vive allí. El Secretario Rodolfo Chaparro ya ha entablado comunicación con su homólogo de Tame, en el departamento de Arauca para coordinar el traslado, al igual que con la Secretaría de Gobierno Departamental.
Gestión que también se realiza con la Defensoría del Pueblo, organizaciones de derechos humanos de comunidades indígenas y con líderes Jivi, que se encuentran instalados en un predio designado para tal en el municipio araucano, con el objetivo de cumplir con todo lo requerido para la atención y traslado de los indígenas.
El jefe de la cartera de Gobierno de Yopal solicitó a la comunidad no entregar ayudas a estas personas, tales como colchones, dinero, alimentos, prendas de vestir y demás elementos, ya que los dejan abandonados en los lugares donde por momentos se instalan, generando desordenes y contaminación, que debe terminar recogiendo la Alcaldía.
Además con el dinero que reciben mendigando, para lo cual utilizan varios menores de edad que hacen parte de la comunidad, compran alcohol y, según indicó el secretario, estupefacientes; luego de estar bajo el efecto de estas sustancias generan riñas y alteración al orden público.