La mañana del lunes 16 de diciembre se desarrolló bajo tensión en un céntrico sector de Yopal. La tranquilidad de la carrera 19A, entre calles 20 y 21, se interrumpió por la presencia de un objeto abandonado que generó una alerta por posible artefacto explosivo.
Ante la amenaza, se activaron de inmediato los protocolos antiexplosivos de la Policía Nacional. El operativo incluyó el despliegue de un canino especializado en detección de explosivos. Tras la inspección, el animal señaló la posible presencia de material peligroso, lo que llevó a las autoridades a adoptar una medida extrema.

Para neutralizar cualquier riesgo, los expertos procedieron a realizar una detonación controlada, utilizando una contracarga para desactivar el objeto sospechoso. Una vez realizada la intervención, se llevaron a cabo los análisis correspondientes.
El coronel Pablo Galindo, comandante de la Policía en Casanare, ofreció luego un parte de tranquilidad. Explicó que, aunque el canino inicialmente dio una alerta, las verificaciones posteriores descartaron la presencia de cualquier sustancia explosiva.
El incidente fue finalmente clasificado por las autoridades como una falsa alarma, convirtiéndose en el segundo reporte similar registrado en la ciudad durante la semana, lo que llama la atención ya que si no hay presencia de explosivos, ¡qué detectó el canino entonces?, y ¿por qué realizar semejante despliegue y activación de contracargas?.
El secretario de Gobierno departamental, Julio Ramos, agradeció a la ciudadanía por la pronta denuncia que permitió la rápida movilización de los cuerpos de seguridad.
