
Un contrato de 42.581 millones de pesos para mejorar la vía entre el casco urbano de Paz de Ariporo y el corregimiento de Montañas del Totumo terminó en el ojo del huracán.
La organización Little Guardians Foundation presentó una contundente denuncia ante las autoridades, revelando un presunto detrimento patrimonial que superaría los 18.377 millones de pesos.

Los informes técnicos contratados por la misma alcaldía pintan un panorama desolador. La capa asfáltica, que debería soportar el tránsito pesado durante años, apenas alcanzaba entre 7 y 10 centímetros de espesor en algunos tramos. En otros, simplemente desaparecía. Los materiales usados, según los expertos, eran de calidad inferior a lo pactado.
Eunice Escobar Bernal, quien firmó el contrato como alcaldesa en 2021, ahora enfrenta cuestionamientos por haber avalado pagos sin la debida verificación técnica.


Por su parte, José Gilmer Tamara Naranjo, representante legal del Consorcio Vías Paz de Ariporo, tendría que explicar por qué se usó recebo tipo 2 en lugar de los materiales granulados especificados en el contrato, uno de los hallazgos más protuberantes en la investigación que se realizó sobre esta vía.
El caso escaló hasta las altas cortes. La Contraloría General ya revisa los documentos y estudios aportados para determinar si hubo responsabilidad fiscal, mientras la Procuraduría evalúa posibles faltas disciplinarias.
Los habitantes de la zona, mientras tanto, transitan por una vía que muestra grietas y hundimientos prematuros, testimonio silencioso de lo que podría ser uno de los mayores escándalos de contratación en la historia reciente de Casanare.


