La Gobernación de Casanare ha confirmado la suspensión de clases y la anormalidad
académica en el sector de Caño Chiquito, Paz de Ariporo, debido a presuntas
amenazas dirigidas hacia profesores que ejercen su labor en esta zona rural.
Autoridades han confirmado sobre una serie de llamadas, al parecer carcelarias,
coincidentes con el día del encuentro de gobernadores, realizada a docentes de
Caño Chiquito, según las investigaciones de las autoridades, las llamadas
provinieron de diferentes lugares y centros carcelarios como Bello, Antioquia,
Valledupar y Bogotá, y según fuentes oficiales, no se ha identificado a Antonio
Medina como presunto responsable.
Los docentes emitieron un comunicado a travez de la rectora de la institución educativa,
donde manifiestan los motivos por los cuales suspenden las clases hasta tanto
las autoridades no garanticen su seguridad para seguir ejerciendo su labor.
Las amenazas han generado un clima de temor entre la comunidad estudiantil, quienes
afirman que las amenazas provendrían de las disidencias de las FARC que operan
en la región al mando de alias “Antonio Medina”.
A pesar de que se realizara mesa de seguridad al Norte de Casanare, intentaron minimizar
la gravedad de las amenazas por parte de las autoridades, descartando la
participación del cabecilla de las disidencias del Frente 28 de las FARC y sugiriendo
que son parte de tácticas para atemorizar a la población; se sospecha que de un
grupo comunitario filtraron los números telefónicos, permitiendo que los
delincuentes hicieran las llamadas intimidatorias.
Una ola de llamadas similares, al parecer se ha registrado en Hato Corozal y el
corregimiento de La Chaparrera en Yopal, manteniendo como principal factor
delictivo las cárceles del centro del País.
Hasta el momento, la Alcaldía de Paz de Ariporo no ha emitido ningún pronunciamiento
oficial sobre estos hechos, mientras que voceros departamentales han ratificado
la delicada situación en la zona.
Es importante recordar que, a mediados de enero, en este mismo sector, fue encontrado
el cuerpo de un expendedor de carne junto con panfletos pertenecientes a las
disidencias del Frente 28 de las FARC, lo que indica un contexto de violencia
persistente en la región.
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