Durante el fenómeno El Niño, Casanare enfrentó 486 eventos que devastaron más de 11 mil hectáreas de vegetación. Autoridades locales respondieron con eficacia y coordinación para mitigar los efectos de esta crisis ambiental.
El Puesto de Mando Unificado en Casanare se mantuvo activo desde el 16 de enero en la sala de crisis de la Gobernación, donde se coordinaron las acciones del Comité Departamental Para el Manejo de Desastres y las alcaldías de los 19 municipios. Las lluvias atípicas en febrero, junto con la buena preparación de las autoridades, redujeron significativamente las pérdidas de animales y árboles, en comparación con años anteriores afectados por El Niño.
El capitán John Jairo Manosalva, delegado departamental de Bomberos, informó que se registraron 11.091 hectáreas incineradas, concentrándose principalmente en Orocué y Maní. Orocué reportó la mayor afectación, con 5.254 hectáreas dañadas, seguido por Maní con 4.562 hectáreas afectadas. Yopal, por su parte, atendió 280 eventos de emergencia, con 369 hectáreas impactadas, siendo el tercer municipio más afectado.
Guillermo Velandia, director de Gestión del Riesgo en Casanare, destacó la cooperación entre los organismos de socorro, fuerzas militares, entidades de salud, Corporinoquia y alcaldías. Entre los logros alcanzados se encuentran la distribución de agua potable, la capacitación del Ejército Nacional en combate de incendios, la adopción de protocolos de atención a incendios, la prohibición de quemas, la campaña de concientización «No fuego con El Niño» y la promoción de recompensas por información sobre pirómanos. Además, la USAID de EE.UU proporcionó dotación a cuerpos bomberiles por un valor estimado de 390 millones de pesos.