A bala fueron atacados alias bola ocho, alias nariz y Lemus en los alrededores del Megacolegio de Llanolindo en Yopal.
En lo que pareciera ser una guerra territorial en Yopal, River Lemus Abril perdió la vida como consecuencia de un ataque sicarial; dos personas heridas, identificadas como Maicol Estiven Lascano, alias «Nariz», y Delwis Javier Rangel Lascano, alias «Bola Ocho», recibieron atención médica urgente debido a la gravedad de sus lesiones en el Hospital Regional de la Orinoquía E.S.E.
Ambos individuos presentaban heridas graves incluyendo herida en hemoneumotórax derecho con trauma raquimedular, resultando en la pérdida de movilidad en las piernas para uno de ellos.
Rivier Shair Lamus Abril de 28 años de edad falleció en el Hospital Regional de la Orinoquia, debido a la complejidad de las heridas, residía en la calle 43 con carrera 6 del Yopal, se desempeñaba como mecánico cerca al aeropuerto.
Durante la intervención policial para investigar el suceso, se registraron disturbios en el entorno, protagonizada por amigos y familiares de las victimas.
El procedimiento judicial por criminalística se llevó a cabo con el propósito de esclarecer los motivos detrás del ataque y determinar la identidad de los sicarios responsables de este hecho criminal, los atacantes fueron descritos como dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta.
Las autoridades implementaron un plan candado en la ciudad y se realizaron acciones para capturar a los perpetradores, registrándose disparos en el sector de Llano Lindo.
Según informes no confirmados oficialmente, el ataque al parecer, estaría vinculado a actividades ilícitas, ya que las víctimas supuestamente estaban involucradas en la venta de sustancias alucinógenas cerca de una institución educativa; se especula que un grupo armado organizado (GAO) habría advertido previamente a estas personas.
Este incidente refleja una posible guerra territorial en Yopal, semejante a la problemática experimentada en el Municipio de Villanueva Casanare, donde la disputa territorial por el microtráfico generó conflictos y homicidios por ajustes de cuentas. Las autoridades mantienen un estado de alerta ante posibles nuevos episodios sicariales en la capital casanareña.