
La comunidad del sector Cimarrón, en la vía a La Pedrera, vivió momentos de tensión y frustración cuando dos individuos, presuntamente dedicados al hurto de motocicletas, fueron aprehendidos por los propios ciudadanos.
Sin embargo, y a pesar de las sospechas latentes, los sujetos quedaron en libertad, una situación que generó inquietud, solo hasta el día siguiente, se confirmó que la motocicleta que portaban había sido efectivamente robada.
Según los testimonios de la comunidad, estos individuos son conocidos como «taconeadores de motos», personas que se dedican a sustraer vehículos de dos ruedas en el sector para luego llevarlos a otros lugares fuera de Yopal. Los vecinos, actuando con rapidez ante lo que percibieron como un intento de hurto, detuvieron a los sospechosos en compañía de miembros de la Fuerza Aérea que prestan seguridad en los alrededores del Aeropuerto el Alcaraván.
Al llegar, la Policía Nacional llevó a cabo las verificaciones correspondientes. Se encontró que los individuos se movilizaban en una motocicleta con documentación en regla, pero transportaban otra, «taconeada», que carecía de los papeles necesarios.
Extrañamente, la policía informó que presentó una “dificultad” de verificar en el momento si la segunda motocicleta era robada, impidió que estos individuos fueran sindicados por el delito de hurto en ese instante, una circunstancia que llevó a la liberación de los sujetos.
La Policía confirmó además, que en ese momento, tras la revisión de antecedentes penales, los individuos no contaban con ninguna denuncia formal en su contra.
La sorpresa y la indignación crecieron cuando, al día siguiente, se realizó, por fin, una verificación más profunda y se confirmó que la motocicleta sin documentos había sido, en efecto, hurtada. La propietaria del vehículo, al ver una publicación de lo ocurrido, se comunicó con las autoridades e identificó su moto, la cual le había sido sustraída el día anterior.
Este hecho puso en evidencia un presunto vacío en los protocolos de verificación que pese a las cuantiosas inversiones realizadas y el avance de la tecnología, según las autoridades, les fue imposible verificar si la motocicleta era hurtada hasta el día siguiente, cuando los sujetos ya estaban en libertad.
Actualmente, la motocicleta está bajo custodia de las autoridades. Desde la Secretaría de Gobierno se ha hecho un llamado enfático a la propietaria para que interponga la denuncia formal contra los implicados, cuyos nombres ya son conocidos por la policía.
Sin una denuncia formal, el proceso judicial se ve obstaculizado, y los presuntos delincuentes quedan sin registro penal, una realidad que se repite y facilita la reincidencia en este tipo de delitos.