Un nuevo caso de posible secuestro ha conmocionado a la comunidad de Villanueva, al menos dos miembros de una respetada familia de comerciantes, al parecer han caído en manos de secuestradores.
La pareja, identificada como Manuel Huertas y Gloria Inés Santos, junto con su hija Manuela, ha sido víctima de este flagelo en un incidente ocurrido el pasado domingo en la vereda San Agustín, cerca del conocido paso san paulo, un lugar turístico de gran atractivo según los lugareños.
Aunque el incidente tuvo lugar el domingo, las autoridades solo fueron notificadas de manera oficial el martes, según fuentes del Gaula de la Policía; a pesar del hermetismo de las autoridades respecto a este caso, actualmente, unidades del Ejército y el CTI se encuentran llevando a cabo operativos para dar con el paradero de las mujeres secuestradas.
Manuel Huertas, quien fue liberado por los captores, relata una experiencia angustiante mientras sus seres queridos, su esposa e hija, permanecen aún bajo amenaza.
Al parecer, los secuestradores exigen un rescate económico para su liberación, motivo por el cual el padre fue dejado en libertad por parte de los secuestradores, para que gestionara el dinero del rescate.
Este incidente trae a la luz la complejidad de la situación de seguridad en Villanueva, que ha experimentado un aumento considerable en diversas actividades delictivas, pese a los múltiples operativos en contra redes delincuenciales en el municipio, y la reciente captura de seis integrantes de una de las bandas delincuenciales que operan en este sector.
Cabe resaltar que este secuestro sucede poco después del pronunciamiento de parte del alcalde Oswald Fontecha, donde insiste de forma airada que su municipio es un “remanso de paz”, y tachó de irresponsables a los medios de comunicación que dijeran lo contrario, pese a que la realidad delictiva en Villanueva es más que evidente.
Incluso, la propia madre del alcalde fue secuestrada por uno de estos grupos al margen de la le y rescatada luego de intensos operativos Militares y de Policía, a pesar de los datos que indican un aumento en los índices delictivos, el alcalde ha mantenido una postura que minimiza la situación, generando controversia en la opinión pública.
La incertidumbre sobre el destino de Gloria Inés Santos y su hija Manuela mantiene en vilo a la comunidad, que espera un desenlace pacífico y la pronta liberación de las afectadas.